Identidad y autoestima (2ª parte).
La autoestima es conocer que uno es valioso, que uno vale mucho.
¿En qué se basa el valor de una persona?
En cómo se ve a sí misma, en su identidad, en cómo contempla sus características.
Y te verás a ti mismo según responda a las preguntas: Quién soy, cuál es mi misión y qué es triunfar.
Si sabes que eres Imagen de Dios. De la misma naturaleza íntima de Dios, aunque externamente no lo parezcas. Sabrás que vales mucho
Si tu misión es tan elevada cómo preparar a tu alrededor el Reino de la Consciencia, con las herramientas que tengas, sabrás que eres muy importante.
Si crees que triunfar en la vida es desarrollar tu consciencia y parecerte a Dios, aunque externamente y aparentemente no se observe, sabrás que eres muy valioso.
¿En qué se basa el valor de una persona?
En cómo se ve a sí misma, en su identidad, en cómo contempla sus características.
Y te verás a ti mismo según responda a las preguntas: Quién soy, cuál es mi misión y qué es triunfar.
Si sabes que eres Imagen de Dios. De la misma naturaleza íntima de Dios, aunque externamente no lo parezcas. Sabrás que vales mucho
Si tu misión es tan elevada cómo preparar a tu alrededor el Reino de la Consciencia, con las herramientas que tengas, sabrás que eres muy importante.
Si crees que triunfar en la vida es desarrollar tu consciencia y parecerte a Dios, aunque externamente y aparentemente no se observe, sabrás que eres muy valioso.

La base del carácter, de la personalidad, es tener una identidad fuerte, clara, inquebrantable.
Busca tu verdadera identidad, la suprema identidad. En ella se basa el valor de la persona porque mi identidad moldea mi autoestima
Sé que soy un ser entero, y no necesito nada para completarme. No necesito nada, no tengo que hacer nada, no debo conseguir nada.
Muchas veces, inconscientemente, se edifica la identidad solamente sobre el cuerpo, raza, objetos que tenemos, dinero que hemos acumulado, cargos que ocupamos, cosas que hacemos, etc.
Nos identificamos sobre lo que aparentemente tenemos y hacemos. Todo eso no es sino una pequeña parte de nuestra identidad, no lo fundamental.
El acto central de la ignorancia es la falsa identidad. La interpretación errónea de quién soy yo. Es un vivir no consciente y por lo tanto no se basa en la consciencia y en el espíritu.
Si nos identificamos totalmente con el tener o hacer, cuerpo y mente, estamos negando nuestra verdadera identidad. Esto es ignorancia.
Esta acción de ignorancia hace que interpretemos erróneamente quienes somos y consecuentemente a quedarnos con la parte exterior de las cosas.
Nuestra cultura tiende a identificar la identidad de una persona solamente con el dinero u objetos que posea. Esto significa ignorancia.
Nuestra cultura tiende a identificar la identidad de una persona solamente con lo que hace, con el cargo que ostente. Esto significa ignorancia.
La identidad errónea siempre te traicionará, siempre te quedarás con sed.
A la pregunta ¿Para quién vives? ¿Para quién trabajas? Hay una respuesta que mira a lo lejos: para la consciencia, para el espíritu, para Dios.
No trabajo para nadie más. No trabajo para la firma tal o para el empresario cual o para el estado… Solo trabajo para la consciencia, para el espíritu, para Dios.
No pertenezco a ningún país, nación, partido político o etnia. Soy ciudadano “del cielo”.
Todo mi tener y mi hacer, están orientados hacia la consciencia, hacia Dios.
Todo mi cuerpo, corazón y mente están orientados hacia la consciencia, hacia Dios.
Mi identidad profunda está basada en mi consciencia, no por características particulares.
Tienes que profundizar en la imagen de que estás conectado con Dios, con la fuente divina, con el fundamento de la realidad.
Somos la joya del universo, el resplandor del Espíritu en el Universo.
Millones de años luz hacia arriba, abajo, izquierda o derecha, y no encontrarás a nadie tan rico como Tú. Eres lo más complejo de todo el universo, la joya de la creación.
Creer otra cosa es ignorancia causada por un error de identificación y te convertirás en un esclavo, en un cautivo de la ignorancia, porque los cautivos son aquellos que no saben quienes son.
¿Te consideras grande o pequeño? ¡Nunca olvides quién eres! Estás aquí para posibilitar el despliegue del propósito divino en el universo. ¡Eres así de importante!
Oración:
Padre de bondad, que por la gracia de la adopción nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad.
¿Soy el que me disfrazo en carnaval? ¿Soy el que dice mi carnet de identidad?
En parte. Pero debo profundizar más. En la película Forrest Gump, a un teniente amigo de Forrest y herido en combate, le han tenido que amputar ambas piernas. El teniente, totalmente desesperado, dice que ya no es nada… Forrest le contesta que sigue siendo el teniente Dan…
Has perdido tu vida, decían mirando mis manos vacías, y no oían al Dios que cantaba dentro de mi corazón. (Cattiaux)
Oración:
Tomad Señor y recibid toda mi libertad,
Mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad,
Todo mi haber y mi poseer;
Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno;
Todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad;
Dadme Vuestro amor y gracia,
Que ésta me basta
Profundicemos ahora un poco en el siguiente folleto sobre los errores en nuestra identidad.
Busca tu verdadera identidad, la suprema identidad. En ella se basa el valor de la persona porque mi identidad moldea mi autoestima
Sé que soy un ser entero, y no necesito nada para completarme. No necesito nada, no tengo que hacer nada, no debo conseguir nada.
Muchas veces, inconscientemente, se edifica la identidad solamente sobre el cuerpo, raza, objetos que tenemos, dinero que hemos acumulado, cargos que ocupamos, cosas que hacemos, etc.
Nos identificamos sobre lo que aparentemente tenemos y hacemos. Todo eso no es sino una pequeña parte de nuestra identidad, no lo fundamental.
El acto central de la ignorancia es la falsa identidad. La interpretación errónea de quién soy yo. Es un vivir no consciente y por lo tanto no se basa en la consciencia y en el espíritu.
Si nos identificamos totalmente con el tener o hacer, cuerpo y mente, estamos negando nuestra verdadera identidad. Esto es ignorancia.
Esta acción de ignorancia hace que interpretemos erróneamente quienes somos y consecuentemente a quedarnos con la parte exterior de las cosas.
Nuestra cultura tiende a identificar la identidad de una persona solamente con el dinero u objetos que posea. Esto significa ignorancia.
Nuestra cultura tiende a identificar la identidad de una persona solamente con lo que hace, con el cargo que ostente. Esto significa ignorancia.
La identidad errónea siempre te traicionará, siempre te quedarás con sed.
A la pregunta ¿Para quién vives? ¿Para quién trabajas? Hay una respuesta que mira a lo lejos: para la consciencia, para el espíritu, para Dios.
No trabajo para nadie más. No trabajo para la firma tal o para el empresario cual o para el estado… Solo trabajo para la consciencia, para el espíritu, para Dios.
No pertenezco a ningún país, nación, partido político o etnia. Soy ciudadano “del cielo”.
Todo mi tener y mi hacer, están orientados hacia la consciencia, hacia Dios.
Todo mi cuerpo, corazón y mente están orientados hacia la consciencia, hacia Dios.
Mi identidad profunda está basada en mi consciencia, no por características particulares.
Tienes que profundizar en la imagen de que estás conectado con Dios, con la fuente divina, con el fundamento de la realidad.
Somos la joya del universo, el resplandor del Espíritu en el Universo.
Millones de años luz hacia arriba, abajo, izquierda o derecha, y no encontrarás a nadie tan rico como Tú. Eres lo más complejo de todo el universo, la joya de la creación.
Creer otra cosa es ignorancia causada por un error de identificación y te convertirás en un esclavo, en un cautivo de la ignorancia, porque los cautivos son aquellos que no saben quienes son.
¿Te consideras grande o pequeño? ¡Nunca olvides quién eres! Estás aquí para posibilitar el despliegue del propósito divino en el universo. ¡Eres así de importante!
Oración:
Padre de bondad, que por la gracia de la adopción nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad.
¿Soy el que me disfrazo en carnaval? ¿Soy el que dice mi carnet de identidad?
En parte. Pero debo profundizar más. En la película Forrest Gump, a un teniente amigo de Forrest y herido en combate, le han tenido que amputar ambas piernas. El teniente, totalmente desesperado, dice que ya no es nada… Forrest le contesta que sigue siendo el teniente Dan…
Has perdido tu vida, decían mirando mis manos vacías, y no oían al Dios que cantaba dentro de mi corazón. (Cattiaux)
Oración:
Tomad Señor y recibid toda mi libertad,
Mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad,
Todo mi haber y mi poseer;
Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno;
Todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad;
Dadme Vuestro amor y gracia,
Que ésta me basta
Profundicemos ahora un poco en el siguiente folleto sobre los errores en nuestra identidad.
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