martes, 12 de junio de 2018

Folleto 149

La vida no tiene sentido (IV). El mito de Sísifo



En la mitología griega, los dioses infligieron un terrible castigo a Sísifo por su impiedad con Zeus y por robar y asesinar viajeros. El castigo consistía en empujar cuesta arriba por una montaña una pesada piedra que, justo antes de alcanzar la cima, volvía a caer rodando cuesta abajo. Esto se repetía una y otra vez, formando un ciclo sin fin y sin esperanza, para siempre. Así se cuenta en la Odisea.

Albert Camus, el filósofo existencialista francés, trata esta historia en su famoso libro “El mito de Sísifo”, afirmando que nuestra vida es, en esencia, muy parecida a la de Sísifo: absurda, trivial, insignificante y, en suma, llena de sufrimiento inútil, sin posibilidades de cambio o de escape de ese engranaje cíclico.

La gran capacidad retórica de Camus (fue  premio Nobel de literatura), unido a la terrible experiencia vivida hacía poco tiempo (Segunda Guerra Mundial), hicieron que lograse convencer a muchas personas de la falta de sentido de la vida.

Estas son las razones de Camus:

1. Resultados y logros: Los enormes esfuerzos de Sísifo no sirven para nada, nunca consigue un objetivo ni obtiene una recompensa; no llega a ninguna parte. Nuestra vida es igual que la de Sísifo.

2. Valoración: Desde un punto de vista práctico, lo que Sísifo intentaba, tomado literalmente, no tenía ninguna utilidad;  aunque hubiera tenido éxito en sus esfuerzos, el subir una piedra a una cumbre no tenía el más mínimo valor. Nuestros esfuerzos son iguales de inútiles y absurdos. En el fondo, nada merece la pena.

3. Placer. Estar empujando continuamente una piedra cuesta arriba por la ladera de una montaña es un trabajo bastante desagradable. Parecido a nosotros y nuestros empleos.

4. Monotonía. Siempre lo mismo, una y otra vez. Es lo que hacemos nosotros diariamente.

5. Libertad de elección y autonomía. Sísifo está obligado por los dioses o las circunstancias a ese trabajo: no tiene capacidad de elección. Nosotros estamos sobreviviendo en una corriente que nos arrastra sin poder elegir otra clase de vida.

6. Soledad. Es un trabajo completamente aislado del resto de la humanidad. Cada persona vive en su mundo particular encerrada en su torre de marfil.

7. Imposibilidad de cambiar las condiciones de nuestra vida. Estamos condenados a no escaparnos; estamos inmersos en un agujero de arenas movedizas en que nuestros esfuerzos sirven solamente para hundirnos más.

Argumentos que, a primera vista, pueden parecer irrefutables. Sin embargo, proponemos que hay pocas similitudes entre la condena de Sísifo y nuestra existencia. Se pueden refutar sus afirmaciones una por una brevemente y mostrar que las vidas de las personas no son como sostenía Camus.

Obtenemos resultados que suelen ser valiosos y placenteros, al menos para nosotros: disfrutamos en el trabajo de ratos verdaderamente agradables y disponemos de la capacidad de superar la monotonía y cambiar nuestras condiciones de trabajo. No estamos atados a circunstancias que no se pueden cambiar en absoluto.

Se podría objetar que en los campos de trabajo forzados y en las empresas que explotan a personas indefensas como inmigrantes o parados, las condiciones de vida son como las de Sísifo.
Desgraciadamente, hay situaciones en que los individuos están esclavizados, pero éstas no incluyen a  la totalidad de la humanidad, como sí defendía Camus. Además, los esclavos pueden de alguna forma rebelarse y luchar por conseguir ser personas libres para cambiar su existencia, al contrario que Sísifo; un objetivo, el de liberarse a sí mismo y a todos los seres sintientes, como afirman los budistas, que llena de sentido la vida de muchas personas.

Camus intenta convencernos de que, una vez conocido lo absurdo y sin sentido de nuestra vida, deberíamos aceptar esta situación y cooperar con lo inevitable. Sin embargo, el rechazo de sus premisas es una medida mucho mejor para alcanzar una vida plena de sentido que la mostrada por el autor con este mito.

En el próximo folleto veremos otra trampa clásica contra el sentido de la vida, la sostenida por Tolstoi.


(*) Imagen de entrada tomada de: https://mubi.com/es/films/sisyphus

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