lunes, 11 de julio de 2011

Folleto 39

"Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios".
(Mt 5, 8)

Siempre me han obligado a ir limpio, y no sólo las orejas, el cuello y las uñas sino que, además, mi madre, siempre nos estaba diciendo a mí y a mis hermanos, que teníamos que llevar los calzoncillos limpios, porque si sufríamos un accidente y nos tenían que llevar al hospital, sería una vergüenza que al quitarnos la ropa nos viesen con los calzoncillos sucios… A mí esto me parecía un poco raro, y creo que si estás herido con una pierna echando sangre o algo así, nadie se iba a fijar en tus calzoncillos pero a mi madre nadie la podía convencer de lo contrario. Pero lo que no comprendo qué es lo que hay que hacer para tener el corazón limpio, no entiendo qué es lo que quieren decir con eso del corazón limpio ¿Un corazón que no se ensucia? ¿Es que hay corazones sucios? ¿Y qué tiene que ver tener un corazón limpio con ver a Dios? A lo mejor al que no le gustan los calzoncillos sucios es a Dios y mi madre está equivocada… Yo no sé por qué razón la gente mayor habla tan mal y tan complicado… Se lo tengo que preguntar a mi compañero de mesa en el colegio para ver si me puedo aclarar un poco.

Mi compañero me ha dicho que en otro colegio que iba antes, el maestro le contaba una vez, que generalmente cuando se está malo lo que pasa es que se tiene el estómago sucio y que no hay nada como el aceite de ricino para limpiarlo y que a él le dieron, cuando era chico, aceite de ricino y que era la cosa más mala del mundo y que seguramente si tomaba aceite de ricino, que lo limpia todo, también voy a tener el corazón limpio, porque seguramente para estar sano, el tener el corazón limpio es más importante que tener el estómago limpio… Pero yo le he dicho que una cosa es el estómago y otra muy distinta el corazón y que no pienso tomar aceite de ese porque no creo que me sirva para nada y además no se me apetece lo más mínimo.

He visto un programa en la tele sobre la España antigua y los judíos, y resulta que los judíos tenían la sangre sucia, eso era una cosa que yo no lo sabía; yo creía que la sangre era solamente roja, pero no me extraña nada que se ensucie porque hay mucha contaminación y le echan muchas porquerías a la leche y a la carne, por lo menos eso es lo que dice el “zanahoria”, un “cologista” que sale con mi hermana y que sólo toma verduras, y todos aquellos que tuviesen parientes judíos, también tenían la sangre sucia; debe ser una suciedad que se pega como la gripe, y como en España estaba prohibido tener la sangre sucia porque todos están un poco majareta con eso de la limpieza y hay que estar bañándose continuamente y con calzoncillos limpios, a todo el que era judío o pariente de judío, lo echaron de España. No comprendo muy bien cómo veían esa sangre sucia, seguramente los médicos de aquella época debían tener unos aparatos con algún tipo de rayo especial o alguna raza de perro que oliese muy bien a través de la piel o le sacarían sangre de una vena como a mi hermana chica cuando estaba mala que aquello fue muy difícil porque lloraba una barbaridad, pataleaba y la enfermera estaba desesperada y no sabía que hacer porque no le encontraba la vena… Me da mucho coraje que los libros no expliquen más claramente cómo se sabía que los judíos tenían la sangre sucia. Además, si tenían la sangre sucia el corazón lo tenían que tener asqueroso porque toda la sangre pasa por el corazón… pero entonces hay una cosa que no puedo entender: Jesucristo era judío y según todo el mundo, que estoy cansado de escucharlo en el cole, tenía el corazón mejor y más limpio de todos… ¿cómo era posible que siendo judío y teniendo la sangre sucia tuviese el corazón limpio? El mundo de la gente mayor está completamente loco y esto no hay quien lo entienda.

Mi hermana pequeña, que tiene tres años, se hace pis todas las noches en la cama y para que no se manche y lo ensucie todo, mi madre tiene que ponerle antes de acostarse un pañal, que mi padre dice que el pis de la chica nos está arruinando, y de esa forma por la mañana está limpia. ¿Habrá que ponerse algún tipo de pañal para mantener el corazón limpio?
Le pregunté a mi padre si hay pañales para el corazón, para que no se ensucie, y se estuvo riendo un buen rato y después me dijo que sí, que hay pañales para mantener el corazón limpio, pero que esos pañales tenía que descubrirlos yo y que cuando los encontrase era como desenterrar un tesoro de piratas y que me daría un premio por ser tan listo porque son muy difíciles de encontrarlos y que eso sería señal de que me estaba haciendo mayor. Tengo que encontrar esos pañales… Preguntaré en la farmacia si es que venden pañales para el corazón pero creo que no, porque mi abuela siempre está mirando en su portamonedas antes de salir a la calle, para ver si lleva sus pastillas del corazón, y cómo no ve bien y también tiene varias medallitas mezcladas con el dinero, se hace un lío y siempre nos está pidiendo que le revisemos el portamonedas, y sobre todo se lo pide a mi hermano Juan porque dice que es el que tiene más paciencia, los otros, cuando vemos que va a salir, corremos a escondernos cada uno donde puede porque se pone muy pesada con las pastillas…, pero nunca le he oído hablar a mi abuela de pañales para el corazón, tiene que haber otra forma de mantener el corazón limpio.

Hoy mientras estábamos comiendo, mi padre nos ha puesto una adivinanza que era la siguiente: “Vence al tigre, vence al león, vence al toro embravecido, vence a señores y reyes, y hasta la mañana siguiente, a sus pies caen rendidos”. Nadie la podía averiguar hasta que mi padre dijo que era “el sueño”. Me pareció muy fácil cuando se sabe pero antes no se me ocurría que podía ser. Estuve pensando: ¿y si con el corazón pasa igual y todo es una adivinanza? A la gente mayor les gusta mucho hablar en adivinanzas para que otros no se enteren; el otro día entraba yo en el comedor y mi padre y mi madre estaban hablando de una lagarta y una zorra, pero cuando yo llegué se callaron y comenzaron a hablar de otra cosa… No sé si habrá lagartos y una zorra en el patio de atrás y no quieren que nadie lo sepa… Y también en el colegio nos decían que los enemigos del alma son mundo, demonio y carne; el demonio si sé lo que es, pero el mundo y la carne no lo entiendo… Y además en casa nos ponen los domingos un filete de carne para comer porque mi madre dice que alimenta mucho, pero si es fatal para el alma, ¿cómo es que nos obligan a comerla? Seguro que es una adivinanza… Tengo que pensar en el corazón limpio cómo si fuera una adivinanza, seguro que es una adivinanza.

Hemos estado visitando a mi abuela, la madre de mi padre, que vive en una casa muy antigua rodeada de cosas antiguas, y he estado mirando como limpiaba un quinqué que creo que funciona con petróleo y lo usa cuando se va la luz y hay un apagón. Mi abuela me decía que todos los años en otoño se deben limpiar los cristales porque se ensucian mucho y si no están limpios no alumbran bien y no se ve nada aunque el quinqué esté encendido. ¿Los limpios de corazón verán a Dios porque no tienen polvo en el corazón y está brillante y claro como el cristal del quinqué?

Mi madre estaba hablando esta mañana con una vecina de casa y le decía que no sé quién tenía muy buen corazón y que era muy simpática. Me parece que voy entendiendo la adivinanza y que la gente mayor dice cosas del corazón cómo si fuera una persona: si la persona es buena entonces tiene un corazón bueno o hasta el corazón de oro, y si la persona es antipática o agarrada, tiene un corazón duro y de piedra… Tengo que seguir pensando sobre esta pista que creo que por aquí está la solución.

¡Qué sencilla son las cosas cuándo las conoces! ¡Y qué tonto parece uno cuando recuerda una época en que no sabía nada! ¡Está clarísimo! Ayer pusieron en la tele una película de Ricardo Corazón de León, y de pronto lo he comprendido casi todo. El rey Ricardo no tiene el corazón como el del león, eso sería imposible, sino que es una adivinanza: la gente mayor dice muchas veces que el corazón es como la persona, y si la persona es valiente entonces tiene un corazón valiente, y si la persona es cobarde, su corazón es cobarde como el de un ratón… ¡vaya tontería! Ahora recuerdo que en una película de la tele un indio le dice a un blanco muy malo que tenía el corazón sucio y sé que los guerreros indios tenían un corazón muy valiente, y los Caballeros de la Mesa Redonda tenían todos un corazón muy fiera. Tener un corazón limpio significa simplemente no esconder en el corazón malas ideas, ideas sucias y engañosas que te manchan. El que tiene las ideas limpias, tiene un corazón limpio porque los antiguos creían que era el corazón el sitio de las ideas y del valor…

Mi padre tenía razón cuando hablaba de que existen pañales para mantener el corazón limpio y que esa es la diferencia entre los niños y la gente mayor… ¡Claro! ¡Ahora lo entiendo! ¡A los mayores les gusta hablar en clave, como los espías de las guerras!

Los niños chicos tienen que llevar pañales en el corazón porque tienen que aprender desde chico, que hay cosas se pueden hacer y hay cosas que no se pueden hacer, y que como ellos no las distinguen muy bien y tienen ganas de hacerlo todo cuando les da la gana, igual que mi hermana pequeña se hace pis cuando le da la gana, los pañales del corazón, lo que le dicen los mayores, les ayuda a mantenerse limpios. Y hacerse mayor consiste en aprender a no hacerse pis por todas partes y no tener necesidades de usar pañales; hacerse mayor es aprender a aguantarse y hacer pis solamente donde hay que hacerlo y no en cualquier sitio y que los que aprenden a aguantarse y no necesitan pañales son los que tienen el corazón limpio

Y además, el tener limpio el corazón no es solamente estar uno limpio, sino que uno es capaz de darse cuenta cuando es necesario ayudar a otra persona que lo está pasando mal. El que tiene el corazón limpio, sin telarañas, no se hace el sordo, no se hace el distraído, sino que escucha el llanto del que tiene pena y se preocupa de ayudarle lo mejor que pueda, de acogerlo lo mejor que pueda, de acunarlo lo mejor que pueda. Los que tienen el corazón limpio tienen el oído muy fino y escuchan desde lejos, como los indios que ponían el oído en el suelo y escuchaban los cascos de los rostros pálidos que se acercaban…

Recuerdo que mi hermana pequeña siempre le estaba diciendo a mi madre que le contase un cuento por la noche al acostarse, y cuando mi madre le preguntaba cuál prefería ella siempre le respondía que le contase el mismo cuento… Ahora comprendo que lo que ella quería no era solamente que le contasen un cuento, sino que la acunasen y dormirse con el calor de mi madre y en un mundo que ella conocía que era siempre el mismo cuento…

Los que tienen un corazón limpio no se dejan engañar por las estrellas que brillan en los charcos, por las cosas engañosas, sino que han aprendido a ver con rayos "x" como Supermán, que su mirada lo atraviesa todo… y son capaces de ver a la preciosa mariposa en un gusano, a la estupenda águila en un huevo, al buen niño detrás de un disfraz… Que mi madre dice que todos estamos hechos de diamante, aunque algunas veces por fuera estamos sucios… Han aprendido a distinguir cuando y donde se puede hacer pis, que yo recuerdo que me costó mucho distinguir cuando estaba soñando y tenía muchas ganas… Los que se dejan engañar, los que se hacen pis encima, tienen el corazón sucio, porque se llenan los brazos de barro y fango cuando intentan coger las luces que brillan en la superficie del agua creyendo que cogen las estrellas o están dormidos y se hacen pis encima creyendo que están despiertos...

Me da mucho coraje cuando jugando al futbol uno hace trampa sin que el árbitro le vea… Uno que hace trampa, es uno que tiene el corazón sucio. Puede que haciendo trampa gane un partido, pero es una recompensa que se convierte en triste y muy pobre cuando cae la tarde y se vuelve a casa; pero el que tiene el corazón limpio es un ganador de otro partido mucho más importante: el partido de tener la vida limpia, es decir, de los que ven a Dios. Porque ver a Dios es tener el corazón contento. Y esa si que es una buena recompensa al caer la tarde y volver a casa. Y ahora entiendo que los limpios de corazón no se quejan continuamente de todo porque todo lo ven con buenos ojos y nada es suficientemente feo, que hay que ver lo quejicas que son los niños de mi clase. Y no tiran basura ni manchan con sus tontos llantos los campos que hay gente que lo ensucia todo. Cuando las bombillas están sucias, todo lo ven sucio y lleno de sombras, pero si están limpias, ya no hay sombras, como las gafas sucias y las limpias, que mi compañero de banca en el cole, siempre se está limpiando las gafas porque dice que si no, no puede ver nada.
Bueno, ya se por qué los limpios ven a Dios: porque no necesitan pañales y han aprendido a andar sin engañarse, y no meten cosas sucias en su casa… ¡Se lo tengo que decir a mi padre!

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