Embolsar al enemigo
"Las cosas no salen como yo quiero.
¿Puede usted intentar algo para cambiarlas?
No. Se escapan completamente a mi control.
¿Puede usted intentar algo para cambiarlas?
No. Se escapan completamente a mi control.
No sé qué hacer."
Una técnica clásica de la guerra es intentar rodear al enemigo, embolsarlo, y posteriormente atacarlo por todas partes. Se ha intentado el mismo ejercicio con las células cancerosas: rodearlas con una materia que ellas no puedan atravesar, aislarlas y cortarles los suministros para que mueran por falta de alimentación.
Con los problemas que nos rodean podemos utilizar la misma técnica.
Embolse el problema: Visualizarlo encerrado en una bolsa, en un pequeño paquete y rodeado por sus caracteristicas personales muchos más fuertes. Encapsularlo y enmarcarlo rodeado completamente por todos los aspectos positivos que tenemos: la existencia, la vida, la capacidad de pensar, la riqueza de la cultura en sus múltiples aspectos que incluye para algunas personas la religiosidad. Somos las criaturas más evolucionadas de toda la existencia que nos rodea, somos los más desarrollados en la cadena del ser (materia, vida, pensamiento, cultura) somos el culmen de todo el sistema vivo que conocemos actualmente. Usted es la joya del universo y posee la capacidad de rodear los inconvenientes con la atmósfera de lo bello, agradable y los recuerdos buenos.
Una vez embolsado el problema, disminúyalo mentalmente en tamaño, fuerza, temporalidad. Divídalo en partes más pequeñas.
Contextualícelo: usted es mucho más que ese pequeño inconveniente. Trate de enmarcar las malas noticias, para ponerlas en su contexto adecuado. Por muy mal que se sienta, probablemente no sea el principio y el fin de su vida en esta tierra. Piense en todas las cosas buenas de su vida, incluidas las que han sido y las que están por venir. Y piense en todas las fortalezas y recursos (amigos, familiares, facultades) que aún puede aprovechar en su momento de necesidad. Yo no soy eso, no soy esa pequeña dificultad, soy mucho más.
Trate de imaginar cómo podrían empeorar las cosas. Las cosas incómodas nos golpearán de vez en cuando, y solo puede ser una cuestión de tiempo antes de que nos vuelvan a golpear de la forma que menos pensemos: la vida es así y no podemos cambiarla, pero sí tenemos la capacidad de surfear las olas. Pueden haber robado en su casa; sí, ha perdido algunos objetos de valor, y es una molestia enorme y desagradable, pero todavía tiene su salud, trabajo, familia... advierta de todo lo bueno que posee y rodéelo como si fuera una nube al hecho desagradable.
Embólselo, hágalo pequeño. Rodéelo de un halo de luz con todas las cosas buenas de su existencia:
Limite tambíen el tiempo que le dedica a pensar en esa dificultad, póngase un horario, dese permiso para pensar en ello de 9:00 a 9:10. Nada más. Fuera de ese horario niéguese a contemplarlo otra vez. Abandone la visión de túnel (solo existe eso) y no rumie el problema todo el día dándole vueltas y más vueltas pensando en lo mismo. Si es algo que no puede controlar o cambiar sáquelo de su pensamiento: no depende de usted.
Lo que le ha sucedido no es el destino que quiere jugar con usted, no es un dios que quiere castigarle, ese destino o esos dioses no existen, es simplemente una ola más de la vida como un terremoto o un rayo. Aprenda a surfear y adáptese. La vida es así, si no le gusta, dese cabezazos contra la pared o péguese un tiro, pero no se queje. No caiga en la trampa del mal humor o la indignidad de lloriquear. No se queje de estar vivo ni de su suerte. En el Padrenuestro rezamos: “pérdonanos nuestras ofensas”. La mayor ofensa es quejarse de estar vivo, de existir.
¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Eso? Seguramente podría soportarlo. También está la posibilidad de que sea un tigre de papel y de que todo termine bien. Si el resultado es desagradable, probablemente tenga algún elemento escondido que le pueda ser útil; puede presentar una experiencia de aprendizaje, fortalecimiento de su personalidad o una llamada de atención para reevaluar nuestras prioridades, mirar la vida bajo otro punto de vista más rico.
Y la próxima vez actuaré de forma distinta.
Así pues, vaya usted adentro y descubra lo que usted no es y lo que es.
Se convertirá en inquebrantable.
(*) Imagen de entrada correspondiente a la Batalla de Cannas, 216 a.C.
Tomada de Frank Martini. Cartographer, Department of History, United States Military Academy - The Department of History, United States Military Academy [1], Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=34909031
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