"Bienavernturados los mansos porque ellos poseerán la tierra"
(Mt. 5, 5)
La primera vez que leí esta bienaventuranza pensé que se trataba de algo muy especial que le pasaba a la tierra de un vecino de mi padre que es médico y se llama Pepe Manso y tiene un chalet muy bonito frente al mar. Cuando mi padre iba a visitarle, yo, con cualquier excusa, me pegaba a él y al entrar en su casa no hacía otra cosa que mirar por todas partes para ver que clase de tierra era aquella que tenía Pepe Manso… Seguramente dentro de la tierra tenía que haber oro o diamantes o energía atómica como había visto en una película de la tele no hacía mucho tiempo donde había muchas peleas por culpa de una tierra atómica japonesa de donde salía un monstruo, pero allí no había tierra sino césped, y por más que miraba por todos los rincones yo no veía tierra por ningún sitio… a no ser un montoncito que estaba en una esquina y que al preguntarle yo a Pepe que si era una tierra especial, éste me contestó que era una tierra ácida para unas macetas de Pascuera que quería plantar para la Navidad, pero yo que no sabía que era eso de tierra ácida ni qué eran los pascueros, seguía empeñado en preguntarme dónde tendría ese gran montón de tierra porque allí no había nada… Pensé que quizás la tuviera escondida en un sótano muy grande que tenía en la casa, así que me asomé al sótano con mucho cuidado cuando nadie me veía, pero allí solamente había una mesa de ping-pong y unas bicicletas y la casa no tenía más sitio para esconder tierra, por lo que seguía sin entender que significaba que Pepe Manso iba a poseer mucha tierra… ¿Querrá hacer Pepe Manso una plataforma hacia el mar y tener más tierra? Creo que algo anda oscuro y no está claro.
En la clase hay un chico que es muy amigo mío y que es tuerto porque cuando era pequeño jugando con una lata y sin darse cuenta, se pinchó en el ojo, que mi madre siempre me está diciendo que no juegue con latas vacías para que no me pase lo que a Pedrito, bueno, pues con Pedrito hablo de muchas cosas y cuando hablo con él, siempre me pongo por el lado de la cara que tiene el ojo sano y así no me parece que tiene un ojo a la virulé, pues el otro día le pregunté que si sabía que era eso de que Pepe Manso tenía mucha tierra y me contestó que la gente cuando se casan se quedan con el dinero de la mujer y que seguro que Doña Jacinta, la mujer de Pepe Manso, tenía muchos cortijos que eso era lo que la gente quería decir cuando uno tiene mucha tierra; y que esos cortijos estaban llenos de garbanzos, toros y perdices para que los ricos cacen en compañía del rey y gente así, que él se lo había escuchado a su padre que decía que vaya vida que los ricos se dan con tanta tierra y que la tierra debía ser para los que la trabajaban y no para esos ricos que siempre están cazando y nunca trabajan nada, y que cuando su partido ganase las elecciones iban a repartir todas las tierras, y que su padre se ponía muy nervioso cuando hablaba de esas cosas y chillaba mucho, hasta que su madre, que lo sabía tratar muy bien, le cambiaba la conversación preguntándole cualquier tontería,, y que él siempre se sorprendía de lo lista que era su madre para tranquilizar a su padre.
Me parece que el padre de Pedrito tenía que equivocarse en algo, porque un día estaban hablando mi padre y un tío mío que tiene una finca con trigo y cosas así, y yo le escuchaba que le decía a mi padre que el campo es una ruina y el peor negocio del mundo, y que era mejor dedicarse a cualquier otra cosa antes que al campo; y que los que ganan dinero y viven tranquilo son los que trabajan para el gobierno, como el padre de Pedrito que trabaja en el Ayuntamiento, que no tienen que preocuparse de nada sino solamente de cobrar a fin de mes, y que estaba deseando que su partido ganase las elecciones para ver si lo colocaban en no sé que cargo en el Ayuntamiento, como al padre de Pedrito… En fin, que seguía sin saber donde tenía Pepe Manso la tierra que le daba tanta bienaventuranza ni qué tipo de tierra era aquella, que debía ser un gran secreto, algo que no me extraña pues creo recordar ahora que el cura decía que las bienaventuranzas eran la llave para abrir un gran tesoro.
Una amiga de mi hermana está aprendiendo a montar a caballo y nos contaba el otro día, que le han dado un caballo muy bueno y muy tranquilo que se llama “botijero” y que es muy manso muy manso… Cuando escuché que era manso, se me pusieron las orejas de punta e inmediatamente le pregunté que qué significaba eso de que era muy manso, y me respondió que es un caballo muy tranquilo y que anda muy despacio y que nunca se pone loco como otros caballos que son muy peligrosos… y es manso porque cuando era joven lo castraron y desde entonces es muy tranquilo. Le pregunté que cosa era eso de “castrado” y riéndose, no sé muy bien por qué, me dijeron que le habían cortado los testículos… Total, que el caballo era manso porque le habían cortado los “guevos”. ¡Vamos! ¡Casi me da algo! Si para ser manso hay que cortase uno los “guevos” es que el cura de mi parroquia está completamente loco. Y además, el Botijero ese es un caballo estúpido que se deja montar por niñas y anda despacio y nunca se encabrita… A mí, los caballos que me gustas son los que corren mucho y además se levantan sobre las patas de atrás, como el caballo del Zorro, que es un caballo estupendo y no esos caballos de niñas que van despacito y siempre están tranquilos y mansos… Está uno rodeado de gente completamente loca; esa explicación de manso no puede ser así, aquí tiene que haber algo equivocado.
La otra noche mientras veíamos una película de espías en mi casa porque era sábado y no teníamos que levantarnos temprano al día siguiente, todos estábamos aguantando la respiración porque un terrorista loco había puesto una bomba en un avión y un agente secreto tenía que cortar un cable para que no explotara… Mi hermana decía que eso sí que era un hombre que sabía aguantar la presión y permanecer tranquilo… Cortó el cable azul que era el que paraba la bomba, se secó el sudor de la cara y encendió un cigarro como si nada… Ya me gustaría a mí tener esa tranquilidad delante de los exámenes porque me pongo tan nervioso que mi profesor me dice que me va a dar algo malo, pero claro, en el cine todo es fácil...
El cine es que es la mentira más grande del mundo, y sin embargo a mi me gusta mucho. Recuerdo una película en que un agente especial americano estaba siendo preguntado sobre los secretos que sabía por un alemán muy malo de las SS, que siempre estaba muy elegante fumando unos cigarros muy largos delante del agente atado a una silla… y al agente le pegaban, y le retorcían los brazos y nada, que no decía nada… Y en cambio mi hermana fue al médico que tenía que sacarle un poquito de sangre de un brazo y tuvieron que agarrarla entre todos y no se podía, y el médico decía que aquello era imposible y se secaba el sudor de la frente…
Y es que la gente que permanece igual mientras le torturan tienen que tener un secreto especial que le da mucha fuerza y tranquilidad, todo lo contrario de mi profesora del cole, que siempre está diciendo que el mundo está loco y ella rodeada de nuevos locos y ha estado en su casa mucho tiempo de baja por algo así como "demprensión y cansancio" o algo parecido… Seguro que la profesora no tenía el secreto para estar tranquila. En cambio, estuve en un museo de pintura con mi padre, a mi padre le gusta ir, no sé por qué, porque es bastante aburrido y un sitio donde no te dejan correr, bueno pues en el museo me fijé en un pobre hombre que unos moros estaban clavando a una cruz y este hombre miraba hacia arriba, hacia el cielo casi sonriendo… Este hombre, pensé, si debe tener el secreto, porque estaba tranquilo mientras los salvajes moros le golpeaban, tiene que saber algo que los demás no sabemos… ¿Sería también un agente especial?
Hoy estaba lloviendo y mi padre nos ha llevado a mi hermana y a mi al cole, y cuando más agua caía, de pronto el volante del coche empezó a temblar y mi padre paró junto a la cera, se bajó, miró una rueda y volvió al coche hecho una furia diciendo que habíamos pinchado por una puntilla... que maldita rueda vieja que con cualquier tontería se pinchaba y se quedaba vacía sin aire y además eligiendo siempre el momento cuando más fastidiaba... Le pregunté si con una rueda pinchada el coche no podía andar y que me parecía una tontería que una simple puntilla pudiese hacer que se fuera el aire de la rueda y hacer que todo un señor coche no pudiese andar... Les hizo gracia a todos aquello que yo dije y cuando mi padre todo calado por la lluvia, después de haber cambiado la rueda, se sentó otra vez al volante, todavía se reía de mi ocurrencia de que una simple puntilla pudiera conseguir que todo un señor coche no pudiese seguir andando.
Pero a mí, aquello me hizo pensar.
Esta tarde me han castigado si poder ver los dibujos animados de la tele porque le he roto un globo a mi hermana. Y es que la gente mayor no entiende nada. Les he dicho que estaba haciendo un experimento para ver si con un simple agujero con un alfiler, el globo de mi hermana se rompía y ella empezaba a llorar... No me dejaban ni hablar y es que en esta casa nadie me entiende, y a veces tengo ganas de tener otra familia...
Mi madre le ha dicho a mi padre que cuando venga esta tarde del trabajo se pase por el tendero de la esquina y compre un cubo nuevo, porque el viejo tiene dos agujeros y se le escapa el agua...
Aquello me hizo pensar más.
He visto una película en la tele sobre una batalla con caballos, armaduras y arqueros... ¡Qué bien lo pasaba todo el mundo en aquella época! ¡Siempre luchando y divirtiéndose! Y yo al cole todos los días... No sé porqué la gente dice que cada vez se vive mejor, es que todo el mundo nada más que dicen tonterías. Bueno, en la batalla, una ciudad, creo que se llamaba Constontinoplo o algo parecido, es conquistada por el enemigo, unos moros terribles, porque un traidor abre una puertecita en la muralla y por allí se coló todos los enemigos y conquistaron la ciudad.
Aquello me hizo seguir pensando. Y además, los barcos se hunden por un agujero, que lo he visto en la tele que le pasaba a un petrolero y manchaba todo el mar y la costa de asqueroso petróleo y me daban pena las gaviotas llenas de grasa y negras.
No sé porqué la gente habla tan mal y explica tan mal las cosas. Con lo fácil y simple que es todo. Manso es el que no tiene agujeros. Las cosas con agujeros no pueden funcionar y se hunden y además lo estropean todo. Una rueda de automóvil con un agujero pierde el aire y el coche se para. Un globo con un agujero se desinfla. A un cubo con agujero se le escapa el agua. Una ciudad con grandes murallas la conquistan por una puerta pequeña que un traidor abre, el barco se hunde y mancha las playas... Siempre es lo mismo.
Cuando la gente se enfada, es que se le ha abierto un agujero, y por allí pierden todo el contento. Y se desinflan. Y se quedan hechos polvo. Y con el corazón muy rápido, que mi tía dice que todo el mundo debe tratarla muy bien para que el corazón no se le ponga rápido. Y pierden la risa. Y se enfadan muchísimo. Y te asusta verlos.
Los mansos son los fuertes que ninguna puntilla o una piedra del camino pueden hacerles un agujero para que se les escape el contento y se enfaden. Y por eso pueden ir a todas las partes de la tierra, porque no están pinchados. ¡Los mansos son los que tienen una armadura más guerrera! ¡Nadie les puede herir y quitarles la fiesta! ¡Y se parecen más a Dios, porque el párroco dice que Dios siempre está contento!
Es como si estuvieran en un concurso de la tele y te quieren hacer enfadar, pero el manso le da igual y nadie consigue tumbarle.
La próxima vez que vea a Pepe Manso le tengo que preguntar que cosa hizo un antepasado suyo que le pusieron este nombre, seguro que fue uno que lucho contra los romanos, pues los nombres me han dicho mi profesora que siempre vienen de los antepasados que les ocurrían muchas cosas, no como ahora que nunca pasa nada sino solamente ir al cole y perder el tiempo pues ya llevo un montón de tiempo en clase y todavía no se leer bien ni multiplicar... y encima en la clase no me dejan hablar. Pero por lo menos, ya sé que significa ser manso: ser un guerrero que nadie puede herirte y que se te vaya el contento y dejes de parecerte a Dios.
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