miércoles, 1 de agosto de 2018

Folleto 156

Nuncentrismo



Los humanos tienden a exagerar la importancia de sus vidas, del tiempo en que le ha tocado vivir, de su nación, de su raza, de su cultura, de su equipo de futbol, de su religión, etc., etc.

José Antonio Jáuregui tiene un curioso libro “Las reglas del juego”, donde examina nuestra conducta, desde vestirnos hasta la forma de comer, religión, costumbres, etc.,  y examina  la importancia que damos a nuestra tribu en competencia con las demás tribus del mundo:  Esto se llama etnocentrismo y tiene múltiples variables como antropocentrismo, eurocentrismo, etc.,  centrismos que se reducen a: yo y mi tribu somos el centro del universo, los elegidos por los dioses, los demás y sus costumbres no se pueden comparar con las nuestras, sus características son peores o raras y estrafalarias. “España es la mejor”, como canta Manolo Escobar. No hay nada como la democracia o la forma de vida del mundo occidental, o la sociedad de mercado o la comunista, anarquista, socialista, monarquía, república, etc. Los nacionalistas extremos son otro ejemplo más de la distorsión cognitiva tribal del “somos diferentes y mejores”. En definitiva, una variante del trastorno narcisista de la personalidad pero a escala tribal.

Otra variable de este narcisismo lo podríamos denominar “Nuncentrismo” del latín nunc: ahora. Como este momento, como ahora, no hay otro igual en la historia de la humanidad. Este es el periodo de la historia de más violencia, de mayor sexualidad, menos religioso, mayores problemas de emigración, de peor gobierno de la nación, de personas más egoístas y corruptas, de, de, de…

La lista de elementos negativos, no termina nunca. Puede ser que a veces se acierte y la plaga de peste sea la peor que ha sufrido la humanidad, pero por regla general los delirios narcisistas y paranoicos exageran la importancia de lo que nos está sucediendo. Seguramente han existido otros momentos en la historia de la humanidad bastante peores y también mucho mejores que los actuales.

Aplíqueselo a su vida. Los pensamientos negativos sobre su estado actual y sus problemas presentes seguramente no son los peores que le han sucedido en su propia vida o en la vida de otras personas; baje el nivel de preocupación: si otros han sobrevivido a catástrofes mayores que la suya, usted también encontrará la manera de sobrevivir. No crea que sus problemas sean tan importantes y respire. Al fin y al cabo usted es el triunfador de una carrera increíble de espermatozoides, somos descendientes de los simios y hemos llegado nada menos que hasta aquí, ¡vaya epopeya! y una mosca tiene algunos genes más que usted. Respire.

No se identifique de una manera irracional con los problemas físicos, emocionales o intelectuales del momento, en lo que tenga, esté trabajando o haciendo; no se centre erróneamente en estas particularidades, en estas nimiedades, que son nubes que cruzan el cielo. Usted es  más que todo eso y está por encima de todo eso. No se lo tome como algo personal. No se distraiga.

Respire: estamos en verano, tiempo de relajación y crecimiento. Respire.

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