Identidad y autoestima (3ª parte).
Errores en la identidad
El error fundamental es creer que mi valor como persona depende de que soy exclusivamente importante por características que no son las esenciales o que no deberían tener tanto peso.
Soy exclusivamente importante por lo que tengo, o le doy demasiada importancia a lo que tengo: Lo que poseo me define: dinero, objetos...
Soy importante por lo que hago: Mi trabajo, mi oficio, habilidad deportiva; lo que hago me define fundamentalmente.
Soy especialmente importante por lo que los demás piensan de mí: Mi reputación me define.
Soy importante por mi estatus, mi puesto me define.
Soy importante por mi cuerpo: Mi aspecto físico me define.
Soy importante por ser hombre o mujer, blanco o negro, europeo o africano, etc.
Soy importante por mi apellido. Mi clase social, mi familia, me definen.
Soy importante por ser ciudadano de un país. Mi nación me define.
Todo estas características son pseudoidentidades. Elementos de tu identidad superficial, etiquetas pobres, pero no tu verdadera identidad. Es como el color de un coche… Hay algo más.
Hay que integrar todas estas circunstancias en la consciencia o espíritu. Tu verdadera identidad es, a imagen y semejanza de Dios, tu grado de consciencia, espiritualidad. No hay otra jerarquía verdaderamente importante en el ser que el grado de semejanza a Dios, el grado de apertura al espíritu. El grado de consciencia.
¿Soy solamente hijo de mis padres? No. Soy “hijo de Dios”. Poseo la esencia de Dios.
¿Soy solamente ciudadano español? No. Soy “ciudadano de la ciudad de Dios”.
¿Para quién trabajo? ¿Para mis jefes? No. Trabajo para Dios.
Cuentos:
Antonio se reúne con un amigo en un bar y comienza a contarle sus penas: dificultades en el trabajo, escasez de dinero, malentendidos con su mujer, etc. Está muy abatido. Todo está mal. La vida no vale nada ni merece la pena.
Juan introduce la mano en un bolsillo y saca un billete de 500 €. Y le pregunta: ¿Te interesa este billete? Claro que sí, contesta Antonio. ¿Quién no lo querría? Entonces Juan lo esconde en su puño, lo arruga y hace una bola con él. ¿Y ahora lo querrías? ¡Claro! Siguen siendo 500 € Juan lo desdobla lo tira al suelo, lo pisa, lo mancha ¿Y ahora lo sigues queriendo? Por supuesto, responde Antonio. A continuación, Juan lo rompe por la mitad y vuelve a preguntarle ¿Y ahora, lo querrías? ¡Claro! ¡Es cuestión de pegarlo y ya está! Afirma Antonio.
Ese billete somos nosotros. Aunque a veces algo no salga tan bien como quisieras, aunque la vida te arrugue, te pisotee o incluso te rompas, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido. Pregúntate cuánto vales y no lo arrugado y golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Las 7 maravillas del mundo
Un grupo de estudiantes de Geografía, estudiaban las Maravillas del Mundo.
Al término de la clase, se les pidió hacer una lista de las que ellos consideraban deberían ser actualmente las Siete Maravillas del Mundo.
A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente:
Las Pirámides de Egipto
El Taj Mahal
El Gran Cañón
El Canal de Panama
El Empire State
La Basílica de San Pedro
La Muralla China
Mientras se hacía la votación el maestro notó, que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista.
Así que el profesor le preguntó si tenía algún problema para terminar de hacer su elección.
La muchacha tímidamente respondió. “Si, un poco. No podía decidirme pues son tantas las maravillas”
El maestro dijo: “Bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos ayudarte”.
La muchacha titubeo, y después leyó, Creo que las Siete Maravillas del Mundo son:
Poder tocar.
Poder saborear.
Poder ver.
Poder escuchar.
Titubeando un poco continuó:
Poder sentir.
Poder reír.
Y… Poder amar.
Al terminar de leerlas el salón de clase quedó en un silencio absoluto. (De Internet)
Por lo tanto:
Tú no eres (solamente) tu cuerpo.
Tú no eres (solamente) tu mente.
Yo no soy (solamente) el dinero que tengo.
Yo no soy (solamente) la ropa que visto.
Yo no soy (solamente) el barrio o la calle donde vivo.
Yo no soy (solamente) lo que los demás piensen de mí
Yo no soy (solamente) el coche que estoy conduciendo.
Yo no soy (solamente) la nacionalidad a la que pertenezco.
Yo no soy (solamente) el trabajo que hago
Yo no soy (solamente) la casa donde vivo.
Yo no soy (solamente) mi equipo favorito de fútbol
Yo no soy (solamente) la máscara que llevo puesta.
Yo no soy (solamente) los abalorios que llevo puesto.
Yo no soy (solamente) la salud que disfruto…
Aunque todas estas cosas sean parte de mí, soy algo más.
Oración:
Oh Dios, que has querido crearnos, sacarnos de la nada, darnos la vida y hacernos hijos tuyos sembrando en nuestro espíritu tu esencia de Verdad, Bondad y Belleza. Haz que tu amor, que está grabado y resplandece en nuestros corazones, sea la influencia predominante que guíe nuestros pensamientos, palabras, sentimientos y actos. Míranos siempre con amor de padre y haz que los que creemos en Ti, alcancemos la libertad de la identidad verdadera y la herencia eterna. (Adaptado de la liturgia de las horas)
EJERCÍCIOS DE IDENTIDAD Y AUTOESTIMA
Responda a estas preguntas: ¿Verdadero o falso?
Soy lo que tengo. Lo que poseo me define: dinero, objetos...
Soy lo que hago: Mi trabajo, lo que hago me define
Soy lo que los demás piensan de mí: Mi reputación y estatus me define
Soy mi cuerpo: Mi aspecto me define.
Soy mi estado de salud.
Soy mi apellido. Mi clase social, mi familia, me define
Soy lo que aparento. Soy interesante por ser guapo, delgado, blanco, etc.
Soy ciudadano de un país. Mi nación me define.
Yo soy (solamente) valioso e importante por el dinero que tengo.
Yo soy importante (solamente) por la ropa que visto.
Yo soy importante (solamente) por el barrio o la calle donde vivo.
Yo soy importante por lo que los demás piensen de mí
Yo soy importante por el coche que estoy guiando.
Yo soy importante por la nacionalidad a la que pertenezco.
Yo soy importante por el trabajo que hago
Yo soy importante por la casa donde vivo.
Yo soy importante por mi equipo favorito de fútbol
Yo soy importante por la máscara que llevo
Yo soy importante por los abalorios que llevo puesto.
Yo soy importante por la salud que disfruto.
Aunque todas estas cosas sean parte de mí, soy algo más.
Tu ego te hace creer que:
Eres solamente lo que tienes
Eres solamente lo que haces
Eres solamente lo que los demás piensen de ti.
Estás separado de los demás.
Estás separado de Dios, del mundo del espíritu.
Estás evaluando todo
Estás comparándote con todos y vales según tu posición social: Blasón, Cargo, Casta, Categoría, Clase, Condición, Escala, Función, Grado, Imagen, Importancia, Utilidad, Jerarquía, Nivel, Posición, Prestigio, Rango, Raza, Rol, Sangre, Símbolo.
Estás equivocado si piensas que:
Los pobres no valen nada
Los parados no valen nada
Los negros no valen nada
Los enanos no valen nada
Los chinos, africanos, europeos, americanos, etc., no valen nada.
Los excluidos no valen nada. Etc.
FRASES Y OBSERVACIONES
El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas, quanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas, quanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferente a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce par el fin que somos criado. (Ignacio de Loyola. Ejercicios espirituales)
En lenguaje actual: no tendrás paz ni felicidad si no practicas la justicia, si te apartas de la verdad, de la belleza o si no sientes compasión.
Siempre ten presente, que la piel se arruga, El pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia: Tu fuerza y convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas. (Teresa de Calcuta)
Aquello que eres precisamente tú, tu magna identidad, es lo que nunca podrás perder en un naufragio, cuando lo pierdas todo.
El propósito de la vida es llegar a ser consciente de la presencia de Dios y se te ha encomendado liberar al mundo del sufrimiento.
El interés principal del hombre no es encontrar el placer, o evitar el dolor, sino encontrarle un sentido a la vida, razón por la cual el hombre está dispuesto incluso a sufrir a condición de que ese sufrimiento tenga un sentido. (V. Frank)
La vida tiene sentido sólo cuando es vista como un gran peregrinación hacia la plenitud de Dios.
Te pedimos Señor, que nos sea anunciada la salvación, para que, libres de temor y arrancados de las manos de los enemigos, podamos servirte con santidad y justicia todos los días de nuestra vida. Señor, di a mi alma: yo soy tu victoria.
Historias de identidad – autoestima.
UNA
Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
- ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?
Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras grandes hasta que llenó el frasco.
Luego preguntó:
- ¿Está lleno?
Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes.
El experto sonrió con ironía y repitió:
- ¿Está lleno?
Esta vez los oyentes dudaron:
- Tal vez no.
- ¡Bien!
Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.
- ¿Está bien lleno? preguntó de nuevo.
- ¡No!, exclamaron los asistentes.
Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba.
- ¿Qué hemos demostrado?
- Lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después. ¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida? Yo creo que la verdad, la bondad, la belleza, es decir: Dios. Una vez te hayas decidido a colocar esas piedras primero. El resto, como el dinero, el trabajo, etc., encontrarán su lugar
DOS
Cuentan que en una ocasión un periodista preguntó a la Madre Teresa de Calcuta que sentía cuando entraba en una estancia llena de gente que la aplaudía entusiasmada. ¿Se sentía envanecida o indiferente? Si lo primero, es que era muy vanidosa y no tan santa cómo se decía; si lo segundo, es que era insensible e indiferente.
La Madre Teresa contestó que se quedaba encantada con los aplausos y que mientras los escuchaba se acordaba de Jesús entrando en Jerusalén sobre su burrito entre aclamaciones y hosannas de la multitud enfervorizada. Ella, por supuesto, se consideraba el burro. ¡Un burro feliz porque llevaba a Jesús!
TRES
Empezar el día como se empieza la Misa: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que tu gracia, Señor, inspire, sostenga y acompañe nuestras obras para que nuestros trabajos comiencen en Ti como en su fuente, y tiendan siempre a Ti como a su fin. La vida dirigida por el espíritu.
En todo lo que escapa a mi control, Dios me quiere como soy. Dios me ha hecho así. Dios me necesita así.
No puede vincular su autoestima a metas que escapan a su control, como el ser alto, rubio, vivir en un país determinado o nacer en una familia u otra.
¿Este asunto está bajo mi control directo o no lo está? Si no lo está, no es relevante para mi autoestima.
La gente que vive plenamente no protesta (iracionalmente, no confundir con las quejas racionales o correctas) jamás, especialmente no protesta porque la calle tiene baches ni porque el cielo está muy nublado o el hielo demasiado frío. La aceptación implica no protestar o no quejarse, y la felicidad implica no protestar por lo que no tiene remedio o por lo que no hay nada que hacer (Dyer) La humildad no es sino estar satisfecho –satisfecho en el sentido de vivir bajo la luz de la consciencia-, de lo que es, de la realidad. La humildad es estar conscientemente satisfecho. Sé humilde, busca la humildad, ama la realidad, ama lo que es.
No te tomes personalmente las opiniones de los locos o las opiniones de gente irracional. No te atañen. No saben lo que dicen. Tómate en serio las opiniones de gente que te quieran y sean sensatos. No te importe las opiniones de los dormidos o locos.
¿Quién soy? En realidad, no tiene importancia quien sea externamente: qué tenga o qué haga. Este traje de barro pertenece a un peregrino de Dios que camina en su nombre y hacia Dios. Soy Hijo de Dios, impulsado por la fe y el poder de Dios que está en mi corazón. Me sumerjo en la luz eterna de la sabiduría divina y me sostiene la energía sin fin de Dios. Esa es mi verdadera identidad. (Peregrina de la Paz)
Con todos estos datos estamos edificando lo que llamamos la verdad, pero ¿qué es la verdad? Vamos a profundizar un poco sobre este tema en el siguiente folleto.
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