“Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.”
¿Ahora resulta que los malos son buenos? El otro día vi una película del oeste y un pistolero roba un banco matando al cajero y a varias personas, sale corriendo en su caballo y el sheriff tiene que perseguirlo y después de muchas aventuras lo toma prisionero… ¿Si la justicia, si el sheriff te persigue, eres bienaventurado? ¿Si te escondes de la justicia eres bienaventurado? ¿La policía es mala? Sigo sin comprender por qué razón la gente se expresa tan mal y pone las cosas tan difícil de entender.
En clase, la semana pasada, un chico que es muy antipático y trata a todo el mundo muy mal, especialmente a Juan, que es gordo y con gafas y siempre se está metiendo con él llamándole “botijero” y cosas así y Juan agacha la cabeza y se marcha a otro sitio, pues a este imbécil un profesor le agarró por el cuello y le dijo que como volviera a insultar a alguien se tendría que enfrentar con su justicia… ¿Ahora resulta que este idiota es bienaventurado porque la justicia está encima de él y no le deja abusar de los demás? Esto no hay quien lo entienda, algo debe estar equivocado.
Mi padre, el otro día, le estaba diciendo a mi madre que la justicia es un desastre, y que en la oficina, a un compañero suyo, le han puesto un juicio para dentro de dos años y que no sabemos como va a terminar todo esto porque con estos jueces… Yo, por lo bajini, me alegré, porque por lo menos si la justicia que te persigue es más lenta que el caballo del malo, como dicen en el cole, siempre es una suerte y quizás eso significa que eres bienaventurado si te persigue un tío muy lento… pero de todas formas ahí se esconde algo que no me convence.
Mi amigo Pedro, que es “boy scout”, se ha estado riendo de mí un buen rato. Resulta que yo estaba equivocado y leía mal la frase No es perseguido por la justicia, sino perseguido por estar en el bando, en el equipo de la justicia… Yo entendía mal eso de “por causa de la justicia”, es que es un español muy malo. Lo que quiere realmente decir es que eres bienaventurado si eres capaz de aguantar la persecución de los del bando del enemigo sin traicionar tus pensamientos, sin traicionar a los tuyos. Si eres capaz de soportar que te persigan. Me gusta. Me gustan las historias donde los malos que son muchos persiguen al bueno que está solo y sin embargo, no pueden con él y se escapa… Creo que hay que cambiar el nombre de la bienaventuranza: bienaventurado los que son perseguidos por estar en el bando de Dios. Es una buena señal para ti.
Pedro me enseñó la letra de una canción Scout. Que me gusta.
"Si puedes congelarte sin señal de temor
Y ver rinocerontes galopar alrededor,
O enfrentarte a elefantes cuyas trompas y orejas
Pondrían casi a todos a temblar como ovejas;
Si mantienes la calma y puedes reír
Cuando algún busca-bullas te quiere herir;
Si mantienes tu ley en las buenas y malas
Cuando otros te tientan con caminos de faltas;
Si puedes estar firme, si corren los demás
Serás más que un scout, serás HOMBRE hijo mío".
Hoy he decidido estar en el bando de Dios, en el equipo de Dios para ser un hombre, desde hoy perteneceré a su misión. Y celebraré siempre este Día, y cuando lo recuerde me diré: ¡Feliz día en el que entré a formar parte del bando de Dios! Quisiera volar y gritarlo en las montañas y en los valles: ¡Soy del bando de Dios! Esa es mi verdadera identidad y esa es mi misión: posibilitar el despliegue del propósito divino en todo el universo. Luchar y orar. Desde hoy me haré indiferente a todo lo demás: salud y enfermedad, riqueza o pobreza, honor que deshonor, vida corta o larga, solamente queriendo lo que Dios quiere... Cantaré con voz fuerte: “Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta”; “Aunque me pusiera alas y volare hasta el extremo del horizonte, donde nace el alba, aunque habitara en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano y me alcanzará tu diestra” Pedro me dice que así puedes soportar la persecución y la acusación de ser un traidor y no traicionar tu alma.
Algunos me dicen: ¿Dios para qué?
Para aquellos que se hacen esta pregunta hay que interrogarles sobre qué es lo importante en su vida, cuales son sus ideales, sus valores. Dios es toda respuesta a las preguntas existenciales en clave de salvación. Todas las respuestas que nos salvan participan de la esencia de Dios.
¿Para qué sirven los amaneceres? Dios es lo que da sentido a la vida. Dios no sirve para ganarse la vida (que también), sirve para ganarse el alma. Que tenga una resonancia en lo inmediato o no, no tiene importancia.
Dios es la iluminación con que los seres podemos sobrellevar lo cotidiano, acercarnos a la magia, al mundo de los sueños, de la consciencia. ¿Qué más se puede pedir? Dios nos ayuda a sacar la flor de las cenizas, el loto de las aguas estancadas.
La primera pobreza de los pueblos es no conocer a Dios. La gente tiene hambre de Dios. La gente está necesitada de Dios. ¿Tenemos nosotros conciencia de ello? ¿Lo sabemos? ¿Lo vemos? ¿Tenemos ojos para verlo? A menudo nuestra mirada pasea sin detenerse sobre nadie. Como si no hiciéramos otra cosa que atravesar este mundo. Debemos abrir nuestros ojos, y ver. (Teresa de Calcuta)
Queremos ofrecer nuestra contribución para que el hombre se reencuentre con Dios y de este encuentro se derive un verdadero cambio en la cultura, una civilización en la que reinen la paz, el amor, el perdón, la justicia y la alegría de darse a los demás.
Desde hoy quiero que me gobierne mi “yo” espiritual. Quiero recorrer el camino del corazón en paz y gozo. Deseo llevar la antorcha encendida de la consciencia para quitar el dolor y el sufrimiento del mundo. Quiero seguir y servir a Dios. Dar testimonio de la buena noticia de Dios. Quiero ser un trabajador de la luz. Quiero esparcir la semilla de la cáritas. Estoy comprometido con el despertar y liberación de todos los seres sintientes. Desde hoy sólo trabajo para Dios: la verdad, la bondad y la belleza. Dios es el centro de mi vida. Soy un heraldo de Dios, embajador de Dios, hijo de Dios, testigo de Dios en la gran aventura humana de conseguir la Libertad, es decir: la Verdad, la Bondad, la Belleza. Solo sirvo a Dios. No oiré otra voz, no seguiré a ningún otro. Quiero formar parte en mi vida, del bando de Dios.
Si me persiguen por esto, merece la pena. Si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no traicionar a tu espíritu, estás en el camino. Pero no busques la aprobación en general de familia y amigos. No todos tus amigos y tus familiares comprenderán el viaje que estás realizando. Puede que te digan que no les gustan los cambios que estás haciendo. Puede que se rían de tu deseo de mejorar. Cuando examinen tu conducta puede que a tus amigos o familia no les guste. Te has convertido en una amenaza para sus pensamientos limitadores y sus complacencias respecto a sus deficiencias. Deja que sea su problema, no el tuyo.
Nuestra misión no es solamente la supervivencia; es el desarrollo de la consciencia en nosotros y en nuestro alrededor. Somos heraldos, embajadores, enviados de Dios.
Hoy hago cuatro votos como afirmaba Buda
El primer voto: Los seres sensibles son innumerables. Hago voto por liberarlos a todos del sufrimiento, de sus cadenas.
El segundo voto: Mis faltas son innumerables. Hago el voto de superarlas a todas.
El tercer voto: Las enseñanzas son innumerables. Hago el voto de practicarlas todas.
Cuarto voto: El camino de la iluminación, de la libertad, es el único que merece la pena. Hago el voto de recorrerlo hasta el final.
Escuchadme, el pueblo que lleva mi ley en el corazón: no temáis la afrenta de los hombres, no desmayéis por sus oprobios: pues la polilla los roerá como a la ropa, como los gusanos roen la lana. (Is 51 10)
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