Algunos principios básicos que forman nuestra identidad y nos ayudarán a resolver muchos problemas.
Principio nº 1
Somos seres humanos; no somos dioses ni demonios. Esto quiere decir que acertamos en muchas ocasiones pero que somos imperfectos y seguiremos cometiendo muchas equivocaciones. Ni totalmente buenos ni totalmente malos, por eso debemos estar siempre con el ojo avizor vigilándonos sin agobio pero críticos con nosotros mismos, inteligentemente. Cuando te dijeron que te equivocaste, cuando te saltaste alguna regla, no te desprecies. Eres más que eso. Ten aceptación incondicional de ti mismo, eres más que esa circunstancia y aplica las palabra mágicas; cambia el “si hubiera” por “la próxima vez” no caeré en este error. Autoaceptación crítica.
Somos humanos que nos equivocamos. Ni dioses ni demonios.
Principio nº 2
Si te acusan injustamente, no caigas en la trampa de la amargura, del resentimiento y la hostilidad. Todos a tu alrededor, igual que tú, no son dioses ni demonios, sino personas que cometen errores, humanos imperfectos. A veces actúan bien y otras injustamente. No son alimañas (en lenguaje religioso: Dios también los quiere). Aceptación crítica e inteligente, de las imperfecciones de los demás; es lo que llamamos paciencia. No confundas tengo que gustarle a todo el mundo, todo el mundo tiene que quererme, me gustaría ser simpáticos a todos, con la realidad que gustaremos a algunos y a otros no.Principio nº 3
Tus proyectos pueden fallar, tus objetivos no se alcanzan y nos asaltan los pensamientos: “no sirvo para nada, la vida no tiene sentido y es estúpida, esto no tiene solución y siempre será así, estoy destinado a no ser nada toda mi vida y a ser infeliz”. La trampa de la pérdida de la fe, la esperanza y la caída en el nihilismo que suele desembocar en las múltiples adicciones como escapatorias que nos distraigan de las frustraciones. Eres más de lo que tienes o haces. No confundas los “me gustaría” con “lo que soy”. Existo y estoy vivo. No tomes la totalidad de tu persona (con muchas facetas y difícil de contabilizar) con situaciones muy particulares. No generalices.
Principio nº 4
“No puedo soportarlo, esto me supera, es inaguantable”. La situación puede ser desagradable, incómoda, pero no es insoportable porque realmente estás vivo y la estás soportando. Otra cosa es que “me gustaría salir de esta situación”, pensamiento totalmente lógico. El pensamiento que subyace es: “Mi vida debería ser siempre cómoda, sin complicaciones ni problemas de ningún tipo”, pero esto es una ilusión que se escapa a nuestro control.
Resumiendo:
“Yo soy inútil y mala persona, todos ellos son demonios, la vida es muy mala y desagradable...” son pensamientos exagerados, generalizaciones que hacen insoportable las frustraciones y además tapan lo positivo de cada situación
Podemos cambiar, podemos defendernos inteligentemente de los demás y reinterpretar los aspectos particulares y desagradables de nuestra existencia. Cuando nos exigimos a nosotros mismos, a los demás o a la vida lo que no pueden darnos, caemos en un espiral negativo tóxico.
NOTA. Albert Ellis. Terapia racional emotiva.
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