Violencia doméstica
Los periódicos nos muestran frecuentemente noticias de casos de violencia, de maltrato de un miembro de la pareja a la otra, con resultado muchas veces muy trágico, incluso con la muerte de uno de ellos. Una persona, el maltratador, hace daño a otra persona, el maltratado.
El maltratador puede ser cualquier miembro de la pareja: hombre o mujer; hay más probabilidad que sea varón, pero no hay que excluir a las mujeres.
El maltrato no se circunscribe al caso de las parejas; el maltrato es mucho más amplio y lo podemos observar entre hermanos, padres e hijos, hijos y padres, amigos, compañeros de colegio, jefes con subordinados, países con países, etc.
Aquel que tiene la fuerza se salta las reglas de la convivencia entre iguales, se aprovecha de la situación y trata mal al débil. Quizás el maltrato no sea de la intensidad y reiteración suficiente para acudir a la policía, pero interesa conocer los hechos y matices para definir la mala conducta como maltrato
Hay que distinguir claramente entre maltratador y maltratado. Hace falta una persona que trate mal, el maltratador, y otra que se deje tratar mal, el maltratado. Frecuentemente el maltratado no puede defenderse del agresor o no sabe, por mala educación, que es objeto de maltrato y no le hace frente.
Las formas de violencia pueden ser: