domingo, 28 de julio de 2019

Folleto 179

Fronteras emocionales (I)



Nos encontramos fronteras por todas partes, es algo inherente a la existencia, desde la materia inerte al ser vivo. Los seres vivos en especial, sin fronteras no podríamos vivir, el medio externo hostil nos invadiría. La primera frontera en el cuerpo es la piel, nos protege y nos aísla, pero al mismo tiempo necesitamos estar abiertos al exterior para tomar elementos de supervivencia que  son indispensables. Sin boca, nariz, oído, etc., estaríamos completamente aislados y condenados a la extinción.

Las fronteras implican discriminación y selección. No todo alimento es bueno, no todo el aire es sano. A esa selección primaria se une el sistema inmunológico que nos defiende de las miríadas de invasores que atraviesan las fronteras primarias.

sábado, 20 de julio de 2019

Folleto 178

Embolsar al enemigo





"Las cosas no salen como yo quiero.
¿Puede usted intentar algo para cambiarlas?
No. Se escapan completamente a mi control.
No sé qué hacer." 


Una técnica clásica de la guerra es intentar rodear al enemigo, embolsarlo, y posteriormente atacarlo por todas partes. Se ha intentado el mismo ejercicio con las células cancerosas: rodearlas con una materia que ellas no puedan atravesar, aislarlas y cortarles los suministros para que mueran por falta de alimentación.

Con los problemas que nos rodean podemos utilizar la misma técnica.

Embolse el problema: Visualizarlo encerrado en una bolsa, en un pequeño paquete y rodeado por sus caracteristicas personales muchos más fuertes. Encapsularlo y enmarcarlo rodeado completamente por todos los aspectos positivos que tenemos: la existencia, la vida, la capacidad de pensar, la riqueza de la cultura en sus múltiples aspectos que incluye para algunas personas la religiosidad. Somos las criaturas más evolucionadas de toda la existencia que nos rodea, somos los más desarrollados en la cadena del ser (materia, vida, pensamiento, cultura) somos el culmen de todo el sistema vivo que conocemos actualmente. Usted es la joya del universo y posee la capacidad de rodear los inconvenientes con la atmósfera de lo bello, agradable y los recuerdos buenos.

Una vez embolsado el problema, disminúyalo mentalmente en tamaño, fuerza, temporalidad.  Divídalo en partes más pequeñas.

martes, 16 de julio de 2019

Folleto 177

Desencadenantes emocionales y el investigador curioso



El conocernos lo mejor posible, una asignatura indispensable para nuestro bienestar, pasa por interrogarnos sobre qué circunstancias consiguen alterarnos, sacarnos de nuestras casillas, ponernos de mal humor. Qué compañías, lugares, momentos nos estropean el día. Para algunas personas puede ser darse un golpe contra la esquina de una mesa, para otro el sentirse insultado por alguien cercano, quizás no poder comprarse un objeto cualquiera por no tener dinero... Es importante que conozcamos cuales son los motivos más frecuentes que disparan nuestras emociones desagradables, de enfado, mal humor, amargamiento y otras parecidas. Nuestro objetivo es controlar nuestras respuestas, controlar nuestras actitudes, para lo cual es muy importante estar preparado ante las posibles trampas que nos acechen.

Una vez que conozca los probables escenarios que me descolocan, me enfurecen, estoy un poco más preparado para hacerles frente. Veamos una técnica que a muchas personas les puede ayudar una vez conocidos nuestros puntos débiles.

martes, 9 de julio de 2019

Folleto 176

La cultura infantil nos invade 



Hace algunos años, la memoria ya empieza a fallarme, los niños llevaban pantalón corto; cuando se hacía mayores y usaban pantalón largo se suponía que habían dejado atrás la infancia, el chupete y distintos artilugios parecidos: comenzaban otra etapa de la vida, entraban en el mundo de los mayores. Actualmente vemos por todas partes a adultos con pantalones cortos, de todas las formas y colores; tradicionalmente las únicas personas mayores que tenían la valentía de vestirse con esas prendas eran los ingleses que vivían en las colonias calurosas, pantalones cortos que adornaban además con calcetines estirados al máximo: un espectáculo grotesco... pero que ellos, sin miedo al ridículo, seguían repitiendo... En las películas también usaban  pantalones cortos los exploradores y cazadores de pobres elefantes africanos o inocentes ciervos como Bambi.