Fronteras emocionales (I)
Nos encontramos fronteras por todas partes, es algo inherente a la existencia, desde la materia inerte al ser vivo. Los seres vivos en especial, sin fronteras no podríamos vivir, el medio externo hostil nos invadiría. La primera frontera en el cuerpo es la piel, nos protege y nos aísla, pero al mismo tiempo necesitamos estar abiertos al exterior para tomar elementos de supervivencia que son indispensables. Sin boca, nariz, oído, etc., estaríamos completamente aislados y condenados a la extinción.
Las fronteras implican discriminación y selección. No todo alimento es bueno, no todo el aire es sano. A esa selección primaria se une el sistema inmunológico que nos defiende de las miríadas de invasores que atraviesan las fronteras primarias.



