viernes, 22 de febrero de 2013

Folleto 49

Actitudes disfuncionales. Críticas adversas


Vamos a repasar alguna de las actitudes, creencias, pensamientos, convicciones, que son cargas pesadas que limitan nuestro bienestar y son obstáculos para nuestro crecimiento; y comenzaremos por una que nos puede ser de gran ayuda.

“Si alguien me critica, necesariamente me tengo que sentir mal”

Tomo el comentario de Richard Carson en su libro “No te ahogues en un vaso de agua” porque está muy bien expresado.

Una de las lecciones más difíciles que tenemos que aprender en nuestra vida es la de hacer frente a la desaprobación de los demás.  Para nuestro ego es un obstáculo desagradable el que no le gustemos a todo el mundo sin excepción.  Una meta completamente imposible de conseguir y cómo todo aquello que escapa a nuestro control, no debería amargarnos la vida. Y para relajarnos un poco nos puede ayudar el conocer que existen tres tipos de personas: El primer grupo son aquellos a los que les gustamos mucho.  Ya podemos hacer la mayor tontería del mundo que opinarán que somos geniales y unas personas encantadoras, unas personas magníficas.  El segundo conjunto está formado por los que piensan que unas veces acertamos y otras nos equivocamos, depende del día, no somos geniales pero tampoco demonios.  El tercer grupo lo integran aquellos a los que no gustamos en absoluto.  Ya podemos hacer  la maravilla más grande del universo que no le somos simpáticos, no sintonizamos con ellos hagamos lo que hagamos y nos vistamos como nos vistamos.  ¿Qué nos gustaría?  Que todos los días nos cruzáramos solamente con la gente del primer grupo para los que somos  personas encantadoras, pero esto es imposible; nos encontraremos a personas de los tres grupos.  Nunca es posible contentar a todo el mundo, esa es la realidad.  En cualquier victoria electoral si el candidato triunfador recibe el cincuenta y cinco por ciento de los votos, habrá un cuarenta y cinco por ciento de la población que desea que sea el otro candidato quien gane…  Si lo tomamos en serio parece algo humillante para nosotros, pero esta es la realidad.  No es probable que el porcentaje de aprobación que recibamos entre familiares, amigos y personas con las que trabajamos sea mucho mayor.  Cada uno tiene sus propias ideas sobre la vida y no siempre coincide con las de otras personas.  Pero infantilmente deseamos luchar contra esa realidad y nos sentimos enojados, heridos o frustrados cuando rechazan nuestras ideas, nuestro trabajo, nos dice no o manifiestan alguna otra forma de desaprobación.

Cuanto antes aceptemos el inevitable hecho de que no podemos contar con la aprobación de todas las personas que nos rodean, más fácil será nuestra vida.  Cuando uno es consciente de que en su camino va a encontrar cierto grado de desaprobación y lo acepta, desarrolla un sentido de la perspectiva que resulta de gran ayuda.  En lugar de hacer de ese rechazo una tragedia podemos pensar y recordarnos: “ya está aquí uno que pertenece el treinta por ciento que no le gusto”.

¿Qué haremos con estas personas?  Examinar desapasionadamente la crítica. Si tienen razón procuraré cambiar, pero si no tienen razón, las trataré educadamente y seguiré hacia delante.  Y ya está, cada uno por su camino.
 
El reenmarcar el acontecimiento desagradable es otra actitud que también nos puede ayudar a tolerar la frustración de que no somos queridos por todo el mundo.  Podemos  imaginarnos que la persona que nos está criticando es un maestro que nos está entrenando gratuitamente a no perder nuestra serenidad, un maestro  de sabiduría que intenta vacunarnos… O visualizar a la persona que nos critica como un payaso que está intentando una broma… Imaginarlo con una gran nariz, largos zapatos, traje rojo estrafalario, etc.  O pensar que esa persona que nos trata mal no es la que conocemos habitualmente, sino alguien disfrazado de ella temporalmente, no hacerle mucho caso.   También podemos desviar la atención: cuando nos critican podemos fijarnos en los botones de su camisa, en el color de la corbata… etc.  No es fácil dominar estas técnicas, pero con un poco de práctica se puede conseguir y ofrecen una gran paz y tranquilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario