¿Qué puedo hacer cuando se altera profundamente mi estado de ánimo?
En la conocida novela de Stevenson “El Extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hide”, el autor juega con una persona que tiene unas características durante el día y, gracias a un brebaje, por la noche se convierte en otra completamente distinta. Somos nosotros, pero algo más simplificado porque en realidad, tenemos muchos “yoes”. Los antropólogos afirman que fundamentalmente tenemos tres programas en nuestra personalidad: reptil, mamífero, homo. Que concuerda, aunque salvando distancias, con la teoría del análisis conciliatorio de Berne del triple comportamiento: niño, adulto, padre. Personalmente prefiero por ser más pedagógico: niño, adolescente y persona madura.
Somos esos tres y algunos más, pero podemos simplificarlo en esos tres ¿Qué significa eso? Que al cerebro del reptil, la evolución añadió después de miles de años el cerebro de un mamífero y a éste, el de un “homo”, cada uno con características propias y cada uno con un programa específico. Los tres programas conviven en el mismo ordenador o biocomputadora que es nuestro cerebro; el problema es que a veces, los programas del reptil que en otra época eran indispensables para la supervivencia (como el programa de un niño de seis años), actualmente están obsoletos para una persona del SXXI, esto origina competencia y lucha entre programas… Triunfando muchas veces la partida, el programa más simple, el inferior. Y contemplamos a una persona madura muy irritada, comportándose como un niño pequeño o, en otra metáfora: como una lagartija. El programa del reptil consistía fundamentalmente en un programa de lucha-huida. Yo gano, tú pierdes. El programa del mamífero, más evolucionado, afirma: nosotros ganamos, vosotros perdéis. El salto del homo es que puede pensar, razonar, elegir: tomar decisiones propias racionales, y que incluye el principio general: yo gano, tú ganas. Yo pierdo, tú pierdes. Tú ganas, yo gano. Tú pierdes, yo pierdo. En esencia es un programa de compasión (budismo), caridad (cristianismo), amor por los demás (otras religiones desarrolladas) o empatía profunda (psicología), todo apunta a la misma realidad.
Cuando entramos en un estado serio de ira, temor o tristeza, generalmente si no estamos muy bien entrenados, bajamos un escalón o dos y del homo o de la persona madura, pasamos al programa, al escalón inferior, del mamífero o reptil o de adolescente y niño. Es como si experimentásemos un retroceso evolutivo, una regresión a edades anteriores. Y nos comportamos bajo el mando de estas directrices. El hombre se comporta como un niño. Ya no es capaz de razonar y por tanto se deja llevar por otros influjos no racionales. Puede acertar en sus decisiones, pero hay muchas probabilidades de que se equivoque.
¿Qué podemos hacer cuando nos ocurren estos acontecimientos, cuando entramos en estos estados de ánimo?
1º. Durante unos segundos o minutos (depende de la persona) ¡NO SE MUEVA! No piense en nada. No diga nada. No haga nada. Está dentro de una nube venenosa, ha caído dentro de una trampa de arenas movedizas en manos del SARRn (Sistema Automático de Respuestas Rápidas negativo), un programa evolutivamente inferior y cualquier cosa que hagamos nos pesará; cualquier cosa que haga meterá la pata. ¡NO SE MUEVA! Conviértase en un cachorro de gacela solo en la estepa rodeado de lobos… ¡NO SE MUEVA! ¡QUÉDESE QUIETO! ¡CAMÚFLESE LO MEJOR QUE PUEDA! ¡ADVIERTA LO QUE LE ESTÁ OCURRIENDO! ¡SU CEREBRO RACIONAL HA DEJADO DE FUNCIONAR! Advierta que está viviendo, está situado en este momento, en un programa muy primario de lucha-huida: yo gano, tú pierdes. Ahora no tome ninguna decisión. Usted tiene la mentalidad y la capacidad de un reptil muy poco evolucionado, de un niño pequeño.
2º. Intente salir de la nube venenosa, de las arenas movedizas poco a poco. Intente recuperar el programa más desarrollado de Homo. ¡PÁRESE! ¡RESPIRE PROFUNDAMENTE! ¡CONCÉNTRESE EN LA RESPIRACIÓN! Tiene que recuperar su nivel de homo y su programa evolucionado que en este momento está bloqueado.
3º. Cada persona tiene que descubrir qué es lo que le funciona mejor para salir de la trampa involucionista. Aquí se cumple el lema griego de: conócete a ti mismo. Tiene que encontrar la combinación específica que abre su caja fuerte, no es la misma para todas las personas, pero en líneas generales:
4º. Intente introducirse en la mente de la persona que tiene enfrente, si es ella la que está sufriendo la regresión, la involución a programas inferiores: ponga en marcha su máquina de traducir. Fundamentalmente está gritando que necesita ayuda, cariño, y no sabe cómo expresarlo. Ponga límites a su actuación desordenada pero con enorme cariño.
5º. Trátese usted también a sí mismo con cariño, llore si hace falta, e intente recuperar su nivel de persona. Es posible hacerlo y usted puede hacerlo.
6º. Haga algo de actividad física: ande, pasee, bicicleta, ordene o limpie su cuarto, etc. Vuelva a la naturaleza.
7º. Visite a un amigo, a un familiar querido…
8º. Beba, moderadamente, algo de alcohol
9º. Vístase elegantemente y márchese a la calle
10º. Recuerde algunos de sus momentos buenos... desde que era pequeño hasta hoy.
11º. Lea algo de humor, observe un vídeo o película graciosa. Escuche buena música.
12º. Haga un favor a alguien.
Es posible recuperar su "zona verde" de bienestar; inténtelo, puede aprender a hacerlo.
Saludos. Paz, gozo y fuerza.
10º. Recuerde algunos de sus momentos buenos... desde que era pequeño hasta hoy.
11º. Lea algo de humor, observe un vídeo o película graciosa. Escuche buena música.
12º. Haga un favor a alguien.
Es posible recuperar su "zona verde" de bienestar; inténtelo, puede aprender a hacerlo.
Saludos. Paz, gozo y fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario