Primeros auxilios emocionales
Cuando tenemos algún pequeño contratiempo físico, una caída y un poco de sangre, un ligero dolor de cabeza, destemplanza o algo parecido, tenemos a mano un completo arsenal de primeros auxilios: desinfectante, tiritas, vendas, aspirinas y un largo etc. Además tenemos cuidado de qué manera progresa la herida y la cuidamos esmeradamente.
Igualmente cuando tenemos algún desajuste emocional, una crítica que nos duele, algún desánimo por no sabemos qué, una meta que se hace difícil de conseguir, una preocupación que no nos deja, deberíamos estar preparados para hacer uso del maletín de primeros auxilios emocionales; algo que nos renueve la esperanza y nos aumente la resistencia, porque defiendo que siempre que no nos encontramos bien, hemos caído en una trampa, hemos tomado algo que nos ha sentado mal, un tóxico emocional. En el folleto 50 ofrecía algunas soluciones y seguiremos aportando algunas más, pero en este folleto lo que quiero es abordar soluciones rápidas que puedan ser efectivas a corto plazo: una tirita que no es una actuación profunda pero que algunas veces me saca del apuro.