lunes, 20 de junio de 2016

Folleto 80

Los vampiros no me atraparán: Sobreviviré.(*)


Estamos rodeados de vampiros. Personas que aparentemente parecen normales, pero que en realidad son vampiros. Y chupan sangre; no sangre física, sino espiritual, psíquica. Y no estamos dispuestos, ¡en absoluto! a que nos utilicen para su alimentación. ¡Que le roben sangre a su padre, madre, amigos... a quienes quiera; pero a nosotros no! Desde pequeños, deberíamos enseñar a los humanos a defenderse de los vampiros. Y son frecuentes.

Usted vale mucho. Tal y como es. Ciertamente tendrá limitaciones y defectos que, en lo posible, deberá cambiar; pero en su identidad existencial básica, vale mucho. No deje que le engañen, le manipulen e intenten convencerle que debe cambiar elementos que son indispensables a sus valores existenciales básicos. Es como intentar hacer de un león una gallina. No se deje, no lo permita, no colabore y mande a los vampiros al desierto donde no le puedan hacer ningún daño. 


Folleto 79

Dele a la vida una oportunidad, confíe en la vida. 

No se desanime


A veces, nos sentimos descorazonados, desanimados, ante el hecho de vivir. Propósitos sin conseguir, sueños frustrados, decepciones ante la conducta de los demás, estafadores y sinvergüenzas por todas partes, enfermedades, bancarrotas y ruinas… es decir,  la multitud de obstáculos y dificultades que frecuentemente nos presenta la vida disfrazada de los demás, de nosotros mismos o de distintas circunstancias incómodas.  Todo esto nos puede llevar a sentir íntimamente que la vida es una estafa, que no merece la pena vivir.  Puede que tengamos ocasionalmente momentos buenos, pero en el fondo de nuestro corazón, seguimos sintiendo que esto no merece la pena.  La evaluación en general sobre la vida es que es algo semejante a “un sueño de un idiota”  y que no merece la pena de vivir, que es una engañifa.