Los vampiros no me atraparán: Sobreviviré.(*)
Estamos rodeados de vampiros. Personas que aparentemente parecen normales, pero que en realidad son vampiros. Y chupan sangre; no sangre física, sino espiritual, psíquica. Y no estamos dispuestos, ¡en absoluto! a que nos utilicen para su alimentación. ¡Que le roben sangre a su padre, madre, amigos... a quienes quiera; pero a nosotros no! Desde pequeños, deberíamos enseñar a los humanos a defenderse de los vampiros. Y son frecuentes.
Usted vale mucho. Tal y como es. Ciertamente tendrá limitaciones y defectos que, en lo posible, deberá cambiar; pero en su identidad existencial básica, vale mucho. No deje que le engañen, le manipulen e intenten convencerle que debe cambiar elementos que son indispensables a sus valores existenciales básicos. Es como intentar hacer de un león una gallina. No se deje, no lo permita, no colabore y mande a los vampiros al desierto donde no le puedan hacer ningún daño.
“Yo soy Yo y Tú eres Tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Y tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú
Yo soy Yo.
Y si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no puede remediarse.
Sería tratarme mal a Mí mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Sería una falta de amor hacia Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.”
(Fritz Perls)
Desgraciadamente, no sabemos si por la alimentación, por virus ambientales, cambio climático, radiaciones solares o por contaminación política, algunas personas que han sido normales, de pronto, se convierten en vampiro… Es una especie de mutación extraña que nos puede coger por sorpresa y no sabemos cómo reaccionar.
Si una persona con la que has tenido buenas relaciones de pareja, de pronto, te sustituye por otra (inexplicablemente a ojos de tus amigos comparada contigo es estúpida, fea, antipática), o te trata de una forma desagradable (inimaginable hasta hace poco tiempo), y deja de quererte y respetarte convirtiéndose en alguien completamente distinta, o si esa persona aparece y desaparece sin que puedas hacer planes concretos en común… Si tus amigos te dicen una y otra vez que vales mucho y que cómo es posible que aguantes esa situación, que cómo permites que te traten así,.. Pero tú continúas atada, a pesar de todo, a ella, a esa relación, aquí hay algo que funciona mal. Esa persona te está vampirizando.
Puede que te preguntas una y otra vez ¿Qué hice mal? ¿En qué me equivoqué o qué debería o no debería haber hecho? Te sientes rechazado/a y, lo que es peor, te culpas por la situación y le das vuelta continuamente sobre qué debes hacer para que esa persona te quiera y vuelva a ti… Una sensación muy frustrante a la que no le ves salida.
Podemos pensar: “esto es algo temporal” o también “cambiaré o cambiará”. “Le llamaré y le convenceré que todo esto es un mal entendido; incluso le pediré perdón por mis equivocaciones”.
Entiendo que es muy difícil distinguir cuando hay que luchar por la pareja, por el amigo, y cuando defenderse del vampiro de turno, pero me refiero a esas relaciones en que se repite la misma actuación una y otra vez y sin perspectiva de cambio. En la que la relación es completamente desigual y una persona trata mal a la otra psíquica y físicamente. Esa persona se ha convertido en un vampiro.
No la siga soportando. Y además, deje de hacer esfuerzos. Hay una antigua regla que afirma: “en tiempo de mudanzas, no hacer cambios”. Cuando hay niebla en la carretera lo más sensato es ir muy despacio o incluso aparcar en el arcén. Tómese su tiempo pero sepa que es muy difícil convencer a los vampiros. No es cuestión de frases inteligentes. No va a cambiar si no quiere cambiar… Puede que a corto plazo reajuste su conducta algo, pero seguramente, volverá a las andadas.
Cambie el escenario. Deje que se marche. No necesita a su lado a una persona que es incapaz de apreciar lo que usted vale. Deje que tome la puerta y échelo de su vida, expúlselo de su vida.
Es muy duro dejar que las personas se marchen, es difícil, pero con los vampiros se debe hacer.
Cambie el escenario, proteja su dignidad, su salud mental.
Una parte de nosotros no puede creerse lo que le está ocurriendo; incluso todo esto me está cambiando el carácter: yo era divertido/a, alegre, y ahora estoy triste y aburro a todo el mundo con la continua cháchara de mis males…
Seguramente se sentirá herido/a, enfadado, traicionado, con baja autoestima por ser rechazado, con pensamientos de cómo cambiar para convertirse en la persona que él o ella pueda querer… Con pensamientos parecidos a “Me convertiré en alguien más delgado, inteligente, rápido, haré más deporte, soportaré a su estúpida familia, volveré a la escuela, me compraré ropa nueva, otro coche, me inyectaré algo para superar la alergia a su gato o perro, me despediré del trabajo o buscaré otro, le escucharé más y con total atención, amordazaré a los niños para que no le molesten, seré más ordenado/a, limpiaré menos, cocinaré como un gurmet, me acostaré temprano, me acostaré tarde, iré a la iglesia, dejaré de ir a la iglesia, ayudaré a los pobres, me dedicaré en cuerpo y alma a erradicar el hambre en el mundo, entregaré integro mi próximo sueldo a una ONG, me uniré a médicos sin fronteras, me cambiaré en otra persona distinta de la que soy actualmente, me convertiré en esa persona que él o ella, tendrá que amar a la fuerza. Puedo hacerlo y lo haré”.
¡ALTO! ¡Párese inmediatamente! ¡Olvídese de todos esos pensamientos de cambios! Envíe al infierno todas esas ideas de ajustarse a los deseos de otra persona que no le aprecia y no valora lo que usted es. ¡ALTO! ¡YA ESTÁ BIEN! ¡EXPULSE AL VAMPIRO!
Cada relación con una persona es una experiencia, un nuevo aprendizaje. Nos conocemos mejor y aprendemos qué parte de nosotros debe mejorar. Pero mejorar no porque al otro le resulte molesto, irritante o poco atractivo, sino porque nosotros consideramos que es mejor cambiar. No por el otro, sino por nosotros mismos.
Es razonable aceptar las críticas constructivas, merece la pena examinarlas y adaptarme si lo considero necesario, pero no es inteligente echarme cargas encima simplemente porque a otra persona no les gusta como soy. Rechace esas opiniones que usted no comparte. Rechace esas críticas. Puede que la otra persona esté equivocada y el problema sea suyo. No deje de ser usted mismo.
Recuerde que usted vale mucho, independientemente si le gusta a otro o no. Es imposible gustarle todo a todo el mundo y si otra persona no le valora lo suficiente, no le haga el más mínimo caso.
Puede que la otra persona no sepa lo que se está perdiendo, que no conozca lo que usted vale, pero ese es su problema, el suyo es no amargarse la vida y no aguantar a alguien que no le trata bien.
Usted se merece al lado a alguien que sienta que el haberle encontrado es lo mejor que le ha sucedido en la vida. No quiera a su lado a alguien que no desea estar totalmente con usted. El primer requisito de la pareja es que la admiración y el respeto debe ser mutua, de lo contrario, mándele a paseo. No intente convencerle, no intente ganárselo, es perder el tiempo, no merece la pena. Duele, pero es lo que tiene que hacer. Educadamente, mándele a paseo. Y al tomar esta decisión, aumentará el respeto que usted se tiene a si mismo/a. Trátese bien, y no acepte lo inaceptable.
En una buena relación se comparten alegrías y tristezas, “en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y riqueza”, si esa persona no es capaz de eso, si le rechaza de alguna manera o le trata mal, mándele a paseo, no es la que le conviene.
Pare de culparse y de preguntarse qué ha hecho mal. Incluso si usted le ama, esa persona no le ama a usted y usted se merece alguien que le ame completa y profundamente.
Y hasta que aparezca esa persona que sienta lo maravilloso/a que es usted (existe, sucede, es posible), ofrezca y reciba cariño de la familia, de los amigos, de usted mismo/a. Usted no vale menos por no tener pareja, o no tener “ese” aparente amigo, ni eso es indispensable para llevar una vida buena. Es agradable, como tantas cosas, pero no indispensable.
No olvide que usted vale mucho y que se merece a su lado a personas que le reconozcan y sean consecuentes con ello; de lo contrario, mándeles a paseo, no son dignos de estar con usted.
Disfrute con la canción de Gloria Gaynor. Escúchela en youtube
Sobreviviré (I will survive)
por Gloria Gaynor
Al principio, tenía miedo,
Estaba petrificada.
Seguía pensando
Que nunca podría vivir sin ti a mi lado.
Pero luego, pasé tantas noches
Solamente pensando en cómo me habías herido.
Y me volví fuerte.
Aprendí a sobrellevarlo.
Y ahora vuelves
Del espacio exterior.
Simplemente entré y te encontré aquí
Con esa mirada en tu cara.
Debería haber cambiado esa estúpida cerradura.
Debería haberte hecho dejar la llave,
Si hubiera sabido, por sólo un segundo,
Que volverías para molestarme.
Oh, ahora vete,
Sal por la puerta.
Sólo da la vuelta ahora.
Ya no eres más bienvenido.
¿No eras tú el que intentó dejarme?
¿Pensaste que me desvanecería?
¿Pensaste que abandonaría y moriría?
Pues no, yo no.
Sobreviviré.
Mientras sepa cómo amar, sé que estaré viva.
Tengo toda mi vida para vivir.
Tengo todo mi amor para dar.
Sobreviviré.
Sobreviviré.
Sí, sí.
Me llevó todas las fuerzas que tenía
No caerme en pedazos.
Estoy intentando arreglar las piezas
De mi corazón partido.
Y pasé tantas noches
Compadeciéndome de mí mismo.
Solía llorar.
Pero ahora, no me avergüenzo.
Y ya me ves
Con una nueva persona.
No soy esa estúpida personita enamorada de ti.
Y pensabas que simplemente pasarías de visita
Y esperabas encontrarme libre.
Pero ahora estoy guardando todo el amor
Para alguien que me ama.
(*) (La presente entrada ha utilizado material de Susan J Elliott JD, M.Ed. Psychology today)
No hay comentarios:
Publicar un comentario