Folleto 66

Matrimonio. Ficha número 7

“Te quiero pero no estoy enamorado de ti”

¿Alguna vez ha escuchado esta frase? “Te quiero pero no estoy enamorado/a de ti”. ¿Qué significa realmente?

Una persona que dice la frase anterior, está expresando que tiene dos sentimientos, pero ninguno de ellos es verdadero amor de pareja.

Esta persona nos dice que se preocupa de nosotros, pero que no tiene un profundo sentimiento de acercamiento, de intimidad, con nosotros.

Preocuparse de alguien está muy bien, significa que uno  está interesado en esa persona, pero es completamente diferente del amor en pareja. Me preocupan los niños hambrientos de África, estoy interesado en lo que les ocurra, pero no tengo hacia ello el amor de pareja.

Estar atraído por alguien es muy bueno.  Pero es diferente que el amor de pareja. Me atrae mucho tener una buena relación con el Presidente de los Estados Unidos, o con el Papa, o el conserje de mi  banco, pero no les amo con el amor de pareja.

Las personas que dicen “Te amo, pero no estoy enamorado de ti”, están diciendo que tienen una confusión sobre lo que realmente es el amor de pareja.  Y es una de las causas por las que tienen problemas maritales.

Amar es un verbo de acción, y no es tanto un sentimiento cuanto una experiencia que se produce como resultado de algo que nosotros hacemos con otra persona.  Y esos actos no son un secreto escondido, no es un misterio, sino actuaciones que nosotros tenemos con la pareja para resolver los problemas y cultivar el cariño en el matrimonio.

Exactamente igual que hay ejercicios para mantenerse en buena forma física, ciertos hábitos en el matrimonio pueden fortalecer la relación tan directamente como la ley de causa y efecto.

Cuando alguien comenta la frase de cabecera, le suelo preguntar, “¿Me puede hacer una lista de cinco maneras en que ha demostrado su cariño hacia su pareja en el día de hoy?”.  Escucho murmullos y respiraciones profundas, pero nadie responde.

Hay que enseñar a los novios a no construir su amor sobre sentimientos que van y vienen, sino fuertemente arraigado en la roca del amor verdadero.