Pequeños insectos que corroen el árbol (I)
Hay una teoría sobre la depresión que afirma que los pacientes deprimidos, inconscientemente, sin darse cuenta, están actuando para obligar de alguna manera a las personas con las que conviven a que le presten más ayuda. Se sienten incapaces de hacer frente ellas solas a sus obligaciones. La figura típica es la depresión post-parto. Ante lo que se me viene encima, no estoy segura de ser capaz de afrontarlo eficientemente y caigo en un estado de ánimo deprimido. Es una teoría que toca el aspecto, fundamental para mí, de la depresión: la depresión se origina por la falta de recursos ante lo que me ocurre. No puedo superarlo y no veo escapatoria. Y la única salida es la propia de los osos en invierno: hibernar, dormirme mientras pasa el invierno. El cerebro me está diciendo “reajusta tu vida, cambia tu vida”, pero yo no sé cómo hacerlo o no puedo. Así que me meto en la cama o me acurruco en el sofá y que me dejen en paz.