sábado, 15 de julio de 2017

Folleto 124

Identidad y equilibrio emocional (I)


¿Qué es la identidad?


Cuando un policía nos detiene, cuando tenemos que sacar dinero del banco, ante un examen, nos piden que nos “identifiquemos” (mostremos nuestra identidad) y nosotros le presentamos el DNI. Un documento que testifica cómo nos llamamos, la fecha de nacimiento, dónde vivimos, el número por el que estamos fichados por el estado, etc. Son datos que indican quiénes somos. La identidad es el conjunto de características que nos define, que muestra quiénes somos, que nos diferencia de los demás, que nos hace únicos y a qué tribu pertenecemos. (Tiene dos caras, "hacia dentro", autoconcepto: qué piensa uno de sí mismo, y "hacia fuera", qué piensan los demás de nosotros; pero vamos a simplificar y hablaremos de identidad en general).

La identidad es como un libro formado por multitud de páginas, cada página es una característica propia y la totalidad de páginas forman la persona: nuestra identidad.  El DNI ofrece datos, estos datos unidos a otros muchos más, forman la identidad de la persona pero la información que ofrece el DNI forman un contenido de características muy superficiales y sometidas a muchas variaciones: puedo cambiar mi domicilio, mi nacionalidad, ... Se trata de la punta del iceberg. Vamos a intentar profundizar un poco más sobre nuestra identidad y sobre las características que no pueden cambiar y que cimentan fuertemente “quién soy yo”.

En psicología normalmente se unen identidad y personalidad, denominándose ésta al conjunto de características psicológicas de un individuo que suelen ser constantes a lo largo del tiempo: extrovertido-introvertido, emotivo-no emotivo; activo-pasivo, por poner una clasificación muy conocida. En fisiología, la identidad se muestra por el conjunto de características orgánicas: Mamífero-reptil, color de la piel, etc. Otras ciencias se fijarán en distintas detalles de su configuración

Yo quiero profundizar un poco más y buscar las raíces de la identidad de una persona, de un ser humano, y distinguir entre identidades fuertes, que son capaces de aguantar cualquier temporal  permaneciendo firmes, e identidades débiles, que se deshacen como un castillo de arena ante cualquier obstáculo.

Las bases, los cimientos y pilares sobre los que se edifica una identidad profunda son las respuestas que se ofrezcan a tres preguntas básicas:

¿Quién soy yo?

¿Cuál es mi papel en la vida?

¿Qué es triunfar, tener éxito en la vida?

Dependiendo de las contestaciones que obtenga, se modelará nuestra identidad, nuestra estabilidad emocional, el equilibrio de nuestra vida, en definitiva: el sentido de nuestra existencia.

Por ejemplo: Respecto a la primera pregunta, ¿mi identidad se basa exclusivamente en cómo es mi físico? Soy un modelo de pasarela, aparezco en revistas, cines y televisión, tengo un cuerpo maravilloso, etc. Si es así, tengo un pequeño problema: el día en que mi aspecto físico se deteriore, yo ya no soy nadie; he perdido mi identidad. El aspecto físico forma parte de mi identidad, es una página del libro, pero es solamente una parte relativamente importante; si la sobredimensiono, estoy cimentando mi identidad sobre un pilar muy débil.

Mi inteligencia, todo lo que tengo, el puesto de trabajo... Son otros tantas páginas que forman parte del libro que llamo mi identidad, pero igual que sucedía antes, son páginas relativamente poco importantes. Si las sobrevaloro, estoy cimentando mi identidad sobre pilares endebles. El día que tenga menos memoria, me arruine o pierda mi trabajo, no seré nada, he perdido mi identidad. Lo cual no quiere decir que no cuide mi físico, mis facultades intelectuales, todo lo que tenga y todo lo que haga… Pero sin un carácter obsesivo y tomándolo todo con un cierto humor y distanciamiento; un papel de teatro, un juego de relativa importancia…

Su identidad profunda sobrepasa sus cualidades físicas, sus cualidades intelectuales, lo que tenga y lo que haga. Sobre ella se edifica el vivir con dignidad, el morir con dignidad.

Intente definirse buceando más allá de su nacionalidad, aspecto físico, estudios, lo que tiene o el trabajo que realiza… Esto no es una adivinanza, sino una experiencia personal de despertar, de revelación.

Medite sobre quién es usted, intente llegar a una conclusión fuerte. Yo compartiré con usted, un poco más adelante, cuales son mis presupuestos.


(*) Imagen de entrada tomada de: https://www.dnielectronico.es/img/anverso_3.png

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