Identidad y equilibrio emocional (IV)
Triunfar
“Vivir despierto es la cosa más rara del mundo; casi todas las personas están dormidas.”
La tercera pregunta básica que hay que responder para edificar una identidad plena es:
¿Qué es triunfar en la vida?
Triunfar en la vida es entrar en la Zona Blanca.
¿Qué es eso?
Igual que en la guerra existe la Zona Verde, lugar de seguridad máxima para el ejército, la Zona Blanca es el lugar donde entran los que triunfan. Y aunque es un concepto muy complejo casi todo el mundo coincide teóricamente en algunos puntos comunes que han adquirido los que han conseguido el acceso a esta zona especial.
Las característica de estas personas se pueden sintetizar en las siguientes: se encuentra en un estado de plenitud edificada sobre sensaciones de vitalidad y fuerza; alegre, satisfecho y contento de estar vivo; en que su misión en la vida tiene un propósito, tiene un sentido, y por eso hace lo que hace y siente que merece la pena; que disfruta de calma y paz interior; es optimista respecto al futuro; está comprometido y participativo con su entorno; posee una autoestima basada en la autoaceptación incondicional de sus limitaciones y capacidades y se gusta a sí mismo por su forma de ser; se encuentra conectado con las personas a su alrededor; su conducta y cosmovisión forman un todo coherente.
A este conjunto se le pueden añadir multitud de características y subconjuntos pero en esencia es un buen programa y la pregunta indispensable a la que tenemos que responder es si nuestros esfuerzos están dirigidos a estas metas.
Lo que llamamos triunfar es sinónimo a desarrollar la consciencia, la psique, encontrar el tesoro escondido, despertar, entrar en la tierra prometida, la iluminación, alcanzar la cumbre de la escalada, entrar en el reino, etc. El método para conseguir ese triunfo es, expresado en síntesis por Paul Diel: “por el correcto funcionamiento de nuestra psique, tomar control de nosotros mismos y el entorno.”
Un correcto funcionamiento de nuestra psique que se basa en la apuesta en consonancia con la filosofía perenne, que desarrollando unas cualidades llegaremos a ese estado especial que es lo que denominamos triunfar. Este desarrollo no es sino integrar bajo el filtro de la consciencia nuestro cuerpo, emociones, intelecto, lo que tenemos y hacemos.
Edificar este ideal te ayudará a vivir en paz, no a ser un superhéroe o hacer cosas extraordinarias, que puede que también, sino a limpiar los platos, barrer tu casa, ir a la compra, llevar una vida aparentemente normal sin el zarpazo continuo del desasosiego y la insatisfacción, sin la necesidad compulsiva de lo máximo, distinto, emocionante y perfecto.
Te invito a la gran aventura: te invito a la búsqueda de un inmenso tesoro, a buscar la perla escondida, a la conquista de un reino, a encontrar la magna identidad. Te invito a la búsqueda sagrada. Te invito a descubrir y desarrollar el mundo dela consciencia. Te invito a triunfar.
Metafóricamente, expresándonos con el lenguaje del mito: triunfar es parecerte a Dios, en vivir por, para y con Dios, desarrollar la consciencia y llegar al gozo y la paz. Todas las demás definiciones se derivan de estas fundamentales. Y la esencia mítica de Dios es la Verdad, Bien y Belleza; luego triunfar es conseguir la Verdad, el Bien y la Belleza. Todo lo que no me conduzca a este fin es una desviación a lo que estoy llamado. Es una distracción, una trivialidad, perder el tiempo.
La pregunta que siempre nos debemos hacer: En este supermercado de creencias y productos ¿A quién seguiremos, a quién obedeceremos, qué palabra escucharemos, a quién creeremos? A todo tipo de amos si somos esclavos; pero si somos libres solo seguiremos,solo obedeceremos, solo escucharemos, solo creeremos, a la Verdad, es decir: a Dios.
Seguiremos a cualquier tonto que nos engatuse, si somos esclavos. A cualquier personaje con ropa brillante, si somos esclavos. Al viento de levante hoy y mañana al del sur, si somos esclavos. A unas ganas por la mañana y a otra por la tarde, si somos esclavos. Pero si somos libres, solo seguiremos a la Verdad. Si somos libres solo seguiremos al Bien. Si somos libres solo seguiremos a la Belleza… Si somos libres solo seguiremos a Dios.
Elegir siempre bajo la luz, el filtro, de la consciencia. ¿Tiene este camino un corazón, me lleva a la consciencia? Si lo tiene, el camino es bueno; si no lo tiene, no sirve.
Cuando se descubre existencialmente, profundamente, este acontecimiento, esta forma de pensar, hay una revolución dentro de nosotros, se aprende a vivir en coherencia con nuestra consciencia, recordando quien soy y se entra en un nivel de vida distinto.
Agustín de Hipona lo expresaba admirablemente:
“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por de fuera te buscaba;
y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían.
Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillante y resplandeciente, curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti.”
Despiértate, levántate, mira y adquiere conocimiento y a la luz del conocimiento distingue lo verdadero de lo falso, la verdad de la mentira. Vivir conscientemente significa adquirir conocimiento y conducirme de acuerdo con esos principios.
Por este conocimiento se entiende no almacenar mucha información sobre matemáticas, álgebra, física o historia, sino profundizar sobre nuestra naturaleza. De dónde venimos, quién nos dio la existencia, cuál es mi misión, qué es el éxito, a donde voy. Este conocimiento debe impregnar cada una de nuestras percepciones y pensamientos, e iluminar nuestra conducta.
Este es el camino del triunfo, acrecentar, desarrollar, esclarecer la consciencia. Y aprovechar el tiempo de nuestra vida para acelerar su evolución para nosotros y los demás.
Estamos rodeados de ladrones de la consciencia que están siempre al acecho con seducciones tan antiguas como la humanidad, tenemos que convertirnos en héroes de la gesta humana de vivir triunfando porque la libertad se conquista.
Como poéticamente canta un salmo:
“Volved el rostro hacia Dios y revivirá vuestro corazón, en Él sopla el viento de la libertad.”
Así pues, levántate, mira y busca a la Verdad, Belleza y Bondad, es decir a Dios; existe.Aunque sea difícil verlo, existe.Y es posible encontrarlo. Es allí donde habitan la fe, esperanza y compasión; donde aletea el espíritu de la vida.
Esto es triunfar.
(*) Imagen tomada de: http://www.ylaouris.com/%CF%80%CE%B1%CE%B3%CE%BA%CF%8D%CF%80%CF%81%CE%B9%CE%B1-%CF%80%CF%81%CF%89%CF%84%CE%B9%CE%AC-%CF%83%CF%84%CE%B7%CE%BD-%CF%80%CE%BB%CE%B7%CF%81%CE%BF%CF%86%CE%BF%CF%81%CE%B9%CE%BA%CE%AE/
No hay comentarios:
Publicar un comentario