¿Aburrido? ¿Desanimado? Técnica "Pomodoro" (I)
Se terminan las vacaciones y el reencuentro con la vida ordinaria, “plana”, para algunas personas es una etapa que se les hace un poco cuesta arriba, sobre todo al principio, hasta que se toma el ritmo de marcha.
Les propongo un ejercicio para comenzar trabajos y que suele dar un buen resultado: la técnica “Pomodoro”.
Pomodoro significa “tomate” en italiano y la práctica se le ocurrió a un italiano, Francesco Cirillo, en los años ochenta.
Este señor tenía un reloj de cocina en forma de tomate y al que se le podía colocar una alarma para que sonase en el intervalo que uno quisiera. Francesco Cirillo marcaba 25 minutos y era el espacio de tiempo que dedicaba a efectuar un trabajo sin interrupción, cuando sonaba el reloj, se acababa automáticamente el trabajo. Cirillo descubrió que esta técnica le ayudaba a estructurarse el día y a ser más productivo. Aunque el ejercicio es tan antiguo como la humanidad, en los monasterios medievales se hacía con velas, la técnica Pomodoro se hizo muy popular.
Cuando estamos ansiosos, aburridos, cansados y nada llena nuestro interés, aunque no se le apetezca, tome un reloj, señálese un tiempo de actividad, de trabajo, por un tiempo determinado: 15 o 20 minutos, ponga la alarma y empiece a moverse; no importa que la actividad le parezca poca atrayente (limpiarse los zapatos, ordenar un cajón, barrer o fregar, etc.), cuando pase este tiempo y suene la alarma, pare y dese algún tipo de premio como un café, te o caramelo. El mero hecho de romper la inercia de la inactividad hace que se le cambie el estado de ánimo.
El hombre es un ser “que hace cosas”, y no encontrar nada para hacer que le llame la atención o que le merezca la pena de esforzarse, se puede convertir en un estado de ánimo muy desagradable. El aburrimiento es agotador, hay que luchar contra él con toda nuestra imaginación.
La técnica Pomodoro se puede utilizar tanto para trabajos como para tiempos de asueto. Márquese el tiempo que tiene para leer un libro divertido, ver la tv o jugar con el ordenador. Y sea disciplinado. Le sacará mucho más sabor a esos tiempos libres.
Es además una técnica muy barata solo necesita un papel donde apuntar horarios y un lápiz.
Generalmente los pasos que se siguen son los siguientes:
1º. En su agenda o una hoja de papel, apuntar los “Pomodoros” que quieren hacer en esta jornada.
Ejemplo: de 10 a 10,30 fregar los platos. De 11 a 11,20 escribir una carta; etc., etc.
En definitiva, estructurar el día.
2º A medida que cumpla sus objetivos, táchelos de la lista. ¡Sienta muy bien!
3º Cuando haya efectuado varios “Pomodoros”, dese una recompensa más amplia.
Esta técnica se puede también usar en equipo de dos o más personas, es muy motivante y sorprendentemente productiva.
¡Pruebelo!
(*) Imagen de la entrada tomada y traducida de: http://bernardosartori.com/tecnica-pomodoro-para-produtividade-2/
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