miércoles, 21 de febrero de 2018

Folleto 144

Respuesta ¡Bien hecho!



Algunas notas sobre el libro del libro “Bien Hecho” de Ken Blanchard

La psicología del “Bien Hecho” es una herramienta conductista enormemente fuerte y sencilla para enseñar buenos hábitos.
¿Qué es una respuesta?: Lo que uno hace después de que alguien ha hecho algo. ¿Y quién está siempre presente cuando las cosas de tu vida no marchan bien?  Tú. Tú eres quien tiene que cambiar, empieza por ti mismo y los demás cambiarán.

Supuesto básico: los humanos desean profundamente la aprobación de los demás y el bienestar. Apoyémonos en ello y reforcemos la conducta adecuada.

¿Qué es más fácil, pillar a alguien haciendo mal las cosas o haciéndolas bien?  Es muy fácil cogerlas haciendo algo mal.  Es la respuesta “¡Te Pillé!”Coger a la gente cuando hace alguna cosa mal.  Es lo más frecuente y sencillo.

En las relaciones humanas suele haber un largo historial de respuestas ¡Te Pillé!: Padres, compañeros de trabajo, matrimonios…

Por el contrario, “pillar” a la gente haciendo  bien las cosas y felicitarlopor ello es lo que se llama la respuesta ¡BIEN HECHO!  Es una respuesta difícil porque exige paciencia y autocontrol.

En las relaciones humanas los castigos continuos e indiscriminados no funcionan, son nocivos.  A no ser en niveles muy primarios.  No se debe usar el castigo como factor de motivación. Entonces, ¿Nunca castigar? De una manera indiscriminada nunca si lo que buscamos es desarrollar entornos familiares y laborales productivos.

Si no quiere alentar un comportamiento inapropiado, no gaste mucho tiempo en él. En vez de eso redireccione, recanalice la energía cuando se enfrente a comportamientos indeseables; .y se comienza por controlar nuestra propia atención.

En vez de concentrar la energía en lo que no se hace bien, como solemos hacer casi todos, recanalizar esa energía hacia un resultado positivo.

Salir del círculo negativo de acusaciones.  Cuando enfocamos nuestra atención en la conducta  inadecuada y no en la correcta, reforzamos justamente el comportamiento que no deseamos.  Además la respuesta ¡Te Pillé! Tiene un efecto de onda: El jefe le grita al segundo, este a su subalterno, este a su esposa, ésta a su hijo y el hijo le da una patada al gato.

La atención es como el sol.  Aquello a lo que prestamos atención, crece.  Lo que pasamos por alto se marchita.  En vez de hablar de hacerlo mal, hablar de no hacerlo todavía lo suficientemente bien.En vez de concentrarnos en lo negativo, en lo que hace mal, prestemos atención a lo que hace bien.

Centrarnos en lo negativo o centrarnos en lo positivo.  Ese es el dilema. Hay que comenzar a destacar lo positivo de las personas, no lo negativo.  Trate de “pillar” a la otra persona haciendo algo bien.  Los elogios funcionan mejor que las culpas y el castigo

No es cuestión solamente de pasar por alto y no hacer nada, sino de redireccionar la conducta. Cuando no se hace algo bien, pasamos por alto lo que ha hecho mal y redireccionamos su comportamiento hacia algo distinto. La intención del redireccionamiento es poder generar una respuesta positiva. Combinar la redirección con subrayar lo positivo

¿Cómo?  Detecte algo que hace bien, haga hincapié en eso y recompénselo con algo que le agrade.

¡Despiértese y diga algo positivo cuando las cosas van bien!

Imagínese que todo el mundo a su alrededor lleva un gran letrero en el pecho que diga: ¡PÍLLAME HACIENDO ALGO BIEN Y FELICÍTEME!

La clave para establecer una buena relación en la familia o en el trabajo, es destacar lo positivo de la otra persona. Propiciar nuevas situaciones en las que “pillar” a las personas haciendo algo bien.  Al destacar los aspectos positivos se obtienen mejores resultados.

La meta última del ejercicio ¡BIEN HECHO! Es que las personas se motiven internamente, no externamente.  Comiencen a pillarse a sí mismo haciendo las cosas bien  y recuerde que siempre se está reforzando algo, incluso cuando no se hace nada

La comida, el dinero, pueden ser recompensas si tienen hambre o son pobres, si han superado esa etapa hay que buscar nuevas recompensas. Las motivaciones cambian con las circunstancias.  Esté en contacto con la persona, hágase detective para saber que le motiva en cada situación y nunca suponga qué motiva a una persona.  Descúbralo, pregunte.

Pasos a seguir:
a. construir la confianza.
b. Subrayar lo positivo.
c. Cuando se cometen errores, recanalizar la energía.

Si un hijo o un subalterno hace algo mal ¿Puedo permitirme el lujo de hacer la vista gorda?  No lo puedo pasar por alto.  Les llamaré la atención pero, ¿Castigándole?  ¿Es esa la forma de construir un entorno de confianza?  Porque cuanta más atención se presta a un comportamiento, más se repetirá.

Cuando no prestamos atención a lo que hacen mal y por el contrario prestamos mucha atención a lo que hacen bien, las personas hacen lo correcto con más frecuencia.No es fácil hacerse el ciego, el sordo, cuando las personas no hacen las cosas bien, se necesita mucho autocontrol, pero es indispensable seguir ahí y reorientar inteligentemente y con imaginación sus acciones. Tan pronto hagan algo bien, o se aproxime a lo que queremos, dar la respuesta ¡BIEN HECHO!

Si no hay respuesta positiva, nosotros necesitamos más educación, no ellos.
Es preciso aprender a observar los comportamientos de una manera completamente nueva, e incluso hacer caso omiso, inteligentemente, de los  comportamientos indeseables.

1. Los tres puntos para conseguir una meta.
a. Metas claras y específicas.
b. Motivación.
c. Conducta hacia la meta.
d. Recompensa.

2. Respuestas usuales a la conducta:
a. Ausencia de recompensa.
b. Castigo, queja por la conducta inadecuada.
c. Redireccionamiento.
d. Recompensa.

3. Una manera de redireccionar y volver al camino correcto.
a. Describir el error sin hacer reproches.
b. Responsabilizarse uno mismo del error (No haberlo explicado bien).
c. No hay castigos.
d. Revisar el error con detalle y enseñarle a hacerlo correctamente.
e. Expresar confianza en el empleado u otra persona.

4. Otra forma de redireccionar.
a. Describa el error o problema lo más pronto posible, claramente y sin buscar culpables.
b. Muestre su impacto negativo.
c. Si se da el caso, asuma la culpa por no haberle explicado con claridad la tarea.   
d. Exprese la fe y la confianza que le merece la persona.

5. Respuestas ¡Bien Hecho!
a. Elogie a las personas de inmediato.
b. Diga específicamente qué han hecho bien o casi bien.
c. Comparta sus sentimientos positivos sobre lo que han hecho.
d. Aliéntela para que sigan haciendo las cosas bien.
e. No se debe esperar un comportamiento perfectamente correcto antes del aprendizaje. El aprendizaje necesita su tiempo.

Atención, La respuesta ¡BIEN HECHO! Sólo funciona cuando uno es sincero y honesto.  De lo contrario se percibe como manipulación.

Un libro muy interesante y recomendable.

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