sábado, 19 de diciembre de 2020

Folleto 220

Sectorización. Compartimentos estancos



Según la RAE, “Un compartimento estanco es la sección de un buque que puede quedar aislada de las adyacentes, especialmente ante la inundación del agua, mediante el cierre de puertas y escotillas adecuadas”.  El Titanic se hundió porque sus compartimentos estancos no eran apropiados, no fue posible parar el aluvión de agua que entraba por el agujero que le hizo un iceberg; en un submarino los compartimentos estancos son esenciales, es indispensable aislar la parte del buque que tenga una vía de agua para que no inunde a todo el resto del navío.

Cuando queremos comernos una fruta y observamos que una parte está estropeada, cortamos esa parte, la desechamos y aprovechamos el resto. En un cesto con patatas, manzanas o cualquier otro alimento, si vemos que una está en malas condiciones la apartamos y aprovechamos el resto; sería absurdo tirarlo todo a la basura. Estamos aplicando la misma técnica que los compartimentos estancos en los buques: aislamos lo enfermo, sectorizamos la realidad y distinguimos lo que merece la pena de lo que no.

Somos muy dados a la generalización: es un comportamiento cognitivo económico que nos ahorra muchos esfuerzos, pero hay una generalización sana y hay una generalización insana. Y es muy fácil caer en las generalizaciones insanas.

Todas las personas tienen aspectos agradables y otros desagradables, cuando estamos enfadados, es muy fácil perder de vista el conjunto de la persona y calificarla por el aspecto desagradable que tenemos enfrente, olvidando y ocultando todo el resto de su personalidad. Exactamente igual ocurre en la convivencia entre países. Una afrenta a nuestro país en un caso particular hecha por otra nación,  generalizamos nuestra ira a todas las características de ese país, convirtiéndolo en un enemigo acérrimo. 

Frecuentemente los grandes problemas vistos en conjunto nos pueden atemorizar, pero si los dividimos en partes más pequeñas, si los sectorizamos, se hacen más asequibles y fáciles de resolver. Es la misma técnica de crear compartimentos estancos, de no generalizar y exagerar la dificultad.

Estar todo el día pensando en el mismo problema, rumiando incesantemente la misma dificultad o recordando a todas horas el mal trato que recibimos, nos amarga la vida. No hay cosa más molesta e irritante que estar junto a una persona que se está quejando continuamente. Nos puede ayudar el crearnos un horario de reclamaciones, unos momentos al día para pensar en ese agravio, en esa dificultad, y negarse a seguir pensando en ello ni un segundo más fuera de ese horario de reclamaciones. Se trata de sectorizar, creando compartimentos estancos a las dificultades, no generalizando indebidamente una situación desagradable.

Los políticos que tan mal ejemplo nos ofrecen frecuentemente, sin embargo, son maestros en esta capacidad de crear compartimentos estancos y sectorizar. Se pueden insultar unos a otros en el parlamento diciéndose las mayores barbaridades y cuando terminan la sesión salen juntos a tomarse una cerveza. El problema es que ya no sabemos si son actores consumados o expertos en crear compartimentos estancos, de todas formas es una conducta digna de observación. No tomemos la parte por el todo porque es una trampa muy frecuente, sectoricemos, construyamos compartimentos estancos para las dificultades. No permita que una vía de agua hunda su embarcación. 

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