Matrimonio. Prólogo
El matrimonio es un contrato, con varias reglas y supuestos:
Lealtad. Seré fiel a mi pareja. No solamente en no tener relaciones con otras personas sino defendiendo a la pareja de las agresiones externas. En el orden de jerarquía la pareja está colocada antes que la familia de ella o de él.
Igualdad. Tendremos los mismos derechos y responsabilidades. Nadie tendrá autoridad sobre el otro. Aceptaremos las diferencias. Las positivas y las negativas
Colaboración justa y servicialidad. Cooperamos en las cargas y dividiremos las responsabilidades para el mejor funcionamiento de la familia.
Cariño. Nos cuidaremos uno al otro y nos manifestaremos expresiones de cariño en los buenos y malos momentos.
Trascendencia. Buscaremos juntos un sentido a la vida más allá de lo exclusivamente materialista.
Supuesto principal
Vamos a fundamentar nuestra relación no haciendo caso de nuestros estados de ánimo: Vamos a olvidarnos de nuestras ganas y sentimientos, haciendo simplemente lo que tengamos que hacer con ganas o sin ganas. Durante un mes nos guardaremos las ganas y haremos el esfuerzo de poner en práctica las reglas listadas arriba.
1. Colocaremos los valores por encima de los sentimientos y ganas.
- “No se me apetece hacer X pero lo haré porque está de acuerdo con mi lista de valores”. NOSOTROS HACEMOS ESO
- “Se me apetece hacer X pero no lo haré porque está en desacuerdo con mi lista de valores”. NOSOTROS NO HACEMOS ESO
3. Negociaremos cuando existan problemas. No manipularemos ni obligaremos al otro.
Negociaremos con:
- Respeto
- Intentaré entender lo que el otro desea. Buscaré algo de verdad en lo que quiere o dice.
PELIGROS
Las desviaciones ante los valores fundamentales lo indican la sensación de culpa o vergüenza que nos llevarán otra vez al buen camino. A veces se ocultan estas sensaciones con adicciones como drogas, alcohol, resentimientos o conductas obsesivas que agravan los problemas creando disfunciones y malos hábitos.
Disfunciones frecuentes:
Desigualdad en lealtad o colaboración: Un miembro de la pareja cree que es moralmente, socialmente o intelectualmente superior al otro, y que eso le ofrece derechos y privilegios. Un miembro de la pareja cree que el otro es inferior y lo trata inadecuadamente. Un miembro de la pareja no es leal y rompe el contrato de exclusividad en las relaciones.
Falta de cariño: Uno o las dos partes no tienen interés en arreglar las diferencias o las relaciones están llenas de resentimiento o deseos no satisfechos que se suelen compensar con otras personas o acontecimientos ajenas al matrimonio.
Si las disfunciones se convierten en hábitos es necesario crear hábitos nuevos y volver a los valores señalados anteriormente.
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