Controlando el SARR
(Sistema Automático de Respuesta Rápida)
Me he dado un porrazo contra una silla que no está donde debiera estar… Automáticamente las ganas de gritar un taco bien alto y darle una patada con todas mis fuerzas a la silla mandándola lo más lejos posible se despiertan en mi estado de ánimo. Una persona me trata mal, inmediatamente se pone en marcha el SARR y me enfado respondiéndole lo más duro que puedo. Se pincha una rueda del coche cuando llevo prisa; le doy un buen golpe al neumático. Todos son ejemplos de comportamientos automáticos que nos cuestan controlar; la razón es que son programas que tienen miles de años y están fuertemente enraizados en nuestro cerebro, antes eran elementales para la supervivencia, programa ataca-huye, hoy casi todos están obsoletos pero siguen escondidos en las profundidades de nuestras neuronas y en activo. ¿Podemos cambiarlos? La flexibilidad, la plasticidad de nuestro cerebro es tal, que podemos cambiar casi todo lo que nos ocurra. Solamente hace falta motivación para el cambio, disciplina, coraje y constancia para un entrenamiento largo y a veces difícil pero son metas no imposibles de lograr porque otros lo han conseguido antes que yo.
La técnica de transformar el mal hábito en otro bueno es por medio de pasos cortos y recompensas en cada victoria. El cambio no se produce por grandes golpes de timón, que ocurren raras veces, sino por pequeñas pasos que damos todos los días.
Y el cerebro aprende.
Uno de los campos en psicología que están más en boga actualmente es el vocabulario transformacional que se amplía a las metáforas, posturas, escritura, canciones, etc. Es decir, lo que nos decimos, las palabras que usamos, las metáforas que pensamos, la postura que tenemos, la canciones que escuchamos, etc., etc., influyen en nuestro estado de ánimo. Esto es tan antiguo como la humanidad, pero en este momento se resalta especialmente.
Imagínese que después del encontronazo con la silla usted dice: ¡Asquerosa silla! ¡En esta maldita casa tan chica no se puede vivir! ¡Soy un completo inútil y un fracasado! ¡Esto es insufrible! ¡La vida es una completa estupidez! ¡Esto no tiene remedio! (añada los tacos más grandes que se le ocurran) ¿Cómo cree que se sentirá posteriormente? Posiblemente, muy mal: desanimado, cansado, amargado, triste…
Tenemos que aprender a reaccionar de otra manera, de una forma que convierta el obstáculo en un trampolín que me lleve a un estado de ánimo más rico, más energético. Tenemos que aprender un reflejo condicionado, automático, nuevo, que se dispare igual de rápido que el anterior pero que en vez de negativo sea positivo. Es una tarea para toda la vida, una buena meta para este año que comienza.
¿Cómo conseguirlo?
Una técnica es la siguiente: (Hay muchas, descubra cuál es la suya). Lo que intentamos es romper la pauta obsoleta de comportamiento negativo que llevamos grabada y que nos hace perder el control.
1. Después del obstáculo, dígase mentalmente, fuertemente: “¡ENTR!”. (resumen de la palabra “entrenamiento”
2. Respire profundamente
3. Ponga una postura ridícula (si está solo) Haga la posición del flamenco, apóyese sobre una pierna (por ejemplo) y brazos hacia arriba
4. Dígase una metáfora que le ofrezca poder; le muestro algunas:
a. Soy capaz de surfear los obstáculos
b. Mi actitud es indomable, nada ni nadie puede conmigo
c. Me ofrecen gratis una oportunidad de entrenarme en mi control
d. (busque su propia metáfora de poder)
5. Intente sonreír… mientras danza como un flamenco… (¡No me diga que no es ridículo!)
6. Si después de todo esto ha conseguido no caer en la trampa de perder los estribos, dese una recompensa, aunque sea mínima.
7. Apunte en su bloc de notas lo que ha conseguido… Lleve una pequeña contabilidad de sus victorias.
No es fácil, pero da resultado a muchas personas.
¿Por qué no lo prueba? Le aseguro que lo agradecerá. Por usted y por los que le rodean. Es una buena asignatura que superar. Ánimo y adelante.
En el próximo folleto seguiremos con el poder de las palabras.
(*) Imagen de entrada: Ilustración de Sempé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario