Divorcio (III)
¿Qué puedo hacer cuando el otro miembro de la pareja incumple los compromisos adquiridos, no quiere dialogar sobre los problemas, no me trata cariñosamente o con la delicadeza que me gustaría, no quiere acudir a ninguna ayuda psicológica, en resumen: es un desastre?
En la vida un 10% es genética, otro 10% son las circunstancias que nos rodean, pero un 80% es nuestra actitud: cómo evaluamos y cómo reaccionamos ante lo que nos sucede. Nuestra actitud es capaz de superar cualquier acontecimiento al que nos enfrentemos. Es más importante que nuestro pasado, educación, el dinero que tengamos, las equivocaciones, los éxitos. Más importante que lo que los demás opinen, digan o hagan. Más importante que las apariencias o nuestra suerte… Moldea nuestros sentimientos y conducta.
La persona infantil define los acontecimientos, los trabajos, en agradables y desagradables, la persona madura está por encima de ese criterio. Su criterio es si le ayudan en su desarrollo psíquico o no le ayudan. Si los sucesos son controlables los aprovecha en esa situación, si no son controlables, su actitud los acepta y busca la oportunidad de crecer, de probarse, de entrenarse, de adaptarse a ellos. Somos los responsables de nuestras vidas, nosotros tenemos la enorme capacidad de elegir. Nadie en la naturaleza tiene esa posibilidad tan desarrollada como los seres humanos. A eso llamamos libertad.