jueves, 5 de diciembre de 2013

Folleto 56

Superando el pasado

A veces tenemos recuerdos del pasado que nos atormentan y nos originan sentimientos de ira, malestar o culpabilidad.  Y sin embargo, no podemos cambiar lo que ha sucedido; todavía no tenemos máquinas del tiempo que nos trasladen al pasado para transformar lo que ocurrió anteriormente y hacer que las cosas no sean como fueron. Lo que sucedió es inamovible, lo hecho, hecho está.

¿Qué podemos hacer para que el pasado no siga haciéndonos daño? Reenmarcarlo. Redefinirlo. Cambiarle su  significado. Intentar verlo con unos ojos distintos. Si conseguimos cambiarle el significado, tanto interno como externo, el acontecimiento pasado dejará de atormentarnos. “No es que mis padres no me querían, es que dadas sus circunstancias no podían hacer otra cosa”. “No es que yo era estúpido, sino que no tenía las herramientas necesarias para actuar de otra manera.”

lunes, 25 de noviembre de 2013

Folleto 55

Primeros auxilios emocionales

Cuando tenemos algún pequeño contratiempo físico, una caída y un poco de sangre, un ligero dolor de cabeza, destemplanza o algo parecido, tenemos a mano un completo arsenal de primeros auxilios: desinfectante, tiritas, vendas, aspirinas y un largo etc.  Además tenemos cuidado de qué manera progresa la herida y la cuidamos esmeradamente.

Igualmente cuando tenemos algún desajuste emocional, una crítica que nos duele, algún desánimo por no sabemos qué, una meta que se hace difícil de conseguir, una preocupación que no nos deja, deberíamos estar preparados para hacer uso del maletín de primeros auxilios emocionales; algo que nos renueve la esperanza y nos aumente la resistencia, porque defiendo que siempre que no nos encontramos bien, hemos caído en una trampa, hemos tomado algo que nos ha sentado mal, un tóxico emocional.  En el folleto 50  ofrecía algunas soluciones y seguiremos aportando algunas más, pero en este folleto lo que quiero es abordar soluciones rápidas que puedan ser efectivas a corto plazo: una tirita que no es una actuación profunda pero que algunas veces me saca del apuro.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Folleto 54

Pequeñas victorias

Hay una parábola de los evangelios que me resulta muy atrayente. Le preguntan a Jesús a qué se parece el Reino de los Cielos. Jesús contesta que a una semilla de mostaza y a la levadura del pan. Son objetos pequeños,  casi invisibles, pero crecen y se hacen muy grandes. Es el mismo relato que afirma que una casa de millones de ladrillos comienza con un ladrillo o que un viaje de miles de pasos empieza con el primer paso. Es el relato que defiende que lo pequeño es hermoso, de lo minimalista. A veces soñamos con ser ese personaje revolucionario de una gran talla que quiere cambiar el universo, de pronto, de golpe; y sin embargo basta para empezar con pequeños pasos, con actos muy sencillos. No estoy quitándole sus sueños, simplemente le afirmo que las pequeñas victorias tienen mucha importancia.

domingo, 27 de octubre de 2013

Folleto 53

Naranjas y plátanos


Uno de los problemas que continuamente se nos presenta a las personas es que pedimos a los naranjos que den plátanos.  Es una meta imposible, los naranjos siempre darán naranjas y jamás darán plátanos, por mucho que lo deseemos es un objetivo fuera de nuestro control y si persistimos en conseguirlo, deberíamos hacernos la idea de que nos podemos sentar tranquilamente a esperar durante mucho tiempo porque es una meta absurda.  Nos empeñamos en pedirle a los perros que aprendan a maullar y a los gatos que intenten ladrar: metas irracionales.  Pero esta misma conducta disfuncional la hacemos extensible a otros aspectos de nuestra vida.  Suponga que tiene dos amigos.  Uno de ellos es una persona muy ordenada y poco flexible.  Lleva la cuenta del día de su santo, cumpleaños, de usted y de todos sus amigos,  es un magnífico contable con el carácter cuadriculado.  El otro amigo es un bohemio, extravertido, simpatiquísimo y de enorme desorden.  Suponga que usted tiene un grave problema y se le ocurre llamar a las tres de la madrugada a uno de ellos para que le aconseje.  ¿A quién llamará?  ¿A la persona ordenada que se acuesta exactamente a las once de la noche o al bohemio que no sabe en qué hora vive?  Si se le ocurre llamar al primero, lo más probable es que ni le coja el teléfono, está completamente dormido.  No le puede pedir que le aconseje o consuele a las tres de la mañana.  Imagine que quiere irse una noche de juerga ¿A quién invitará?  ¿Al contable que, a las diez de la noche tiene sueño y se tiene que levantar temprano al día siguiente… ¿ No se le ocurra pedirle que trasnoche, es algo que no puede darle.  Por el contrario, si tiene un problema de fiscalidad con hacienda, lo más probable es que la persona indicada para ayudarle sea la primera.

jueves, 17 de octubre de 2013

Folleto 52

Una buena técnica de autoestima: autoaceptación específica incondicional


Si tomamos una hoja de papel y le acercamos una cerilla encendida, el papel generalmente arderá; si tomamos un objeto de hierro y le acercamos otra cerilla, el hierro no se inflama.  Es el mismo fuego, pero los materiales son distintos.  A unas personas la crítica, ya sea de los demás o de uno mismo, los ataques de los otros les ponen fuera de sí.  Y sin embargo, a otras personas les deja indiferente. El mismo fuego, consecuencias distintas.  ¿Qué podemos hacer para conseguir que las críticas de los demás no afecten a nuestra autoestima?  ¿Cómo convertirnos en hierro que el fuego no pueda quemar?

martes, 1 de octubre de 2013

Folleto 51

Sobre la impermanencia


Me encanta Carlos G. Vallés, jesuita.  Es una persona con un espíritu vibrante de entusiasmo, de vida, de  afán de aprendizaje y servicio.  Y esto no es fácil de encontrar en las personas con más de cincuenta años.  No digamos a los ochenta.  Recomiendo su web (http://www.carlosvalles.com)

Uno de los pilares del budismo y de la filosofía occidental de todos los tiempos, especialmente la existencialista,  es el concepto de impermanencia.  Todo está continuamente cambiando, desmoronándose, todo es temporal…  El polvo no cesa de depositarse sobre los muebles que acabo de limpiar, el óxido no deja a los metales tranquilos… El mantenimiento es indispensable porque la fuerza de la gravedad, que tira hacia abajo, no descansa ni un segundo.  Tenemos que estar muy atentos porque todo es pasajero.  Pero a veces nos pasamos, solamente vemos una cara de la moneda, la entropía, el apagarse de todo lo que existe, porque también al mismo tiempo la realidad se está construyendo, naciendo, creciendo. Es la danza del Ying y el Yang. Vallés es iconoclasta, heterodoxo, lo cual le hace muy interesante porque hace visible aspectos de las doctrinas que la rutina hace intocable.  Aquí está su cuento:

sábado, 20 de julio de 2013

Folleto 50

¿Qué puedo hacer cuando se altera profundamente mi estado de ánimo?  


En la conocida novela de Stevenson “El Extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hide”, el autor juega con una persona que tiene unas características durante el día y, gracias a un brebaje, por la noche se convierte en otra completamente distinta.  Somos nosotros, pero algo más simplificado porque en realidad, tenemos muchos “yoes”. Los antropólogos afirman que fundamentalmente tenemos tres programas en nuestra personalidad: reptil, mamífero, homo. Que concuerda, aunque salvando distancias, con la teoría del análisis conciliatorio de Berne del triple comportamiento: niño, adulto, padre. Personalmente prefiero por ser más pedagógico: niño, adolescente y persona madura.

viernes, 22 de febrero de 2013

Folleto 49

Actitudes disfuncionales. Críticas adversas


Vamos a repasar alguna de las actitudes, creencias, pensamientos, convicciones, que son cargas pesadas que limitan nuestro bienestar y son obstáculos para nuestro crecimiento; y comenzaremos por una que nos puede ser de gran ayuda.

“Si alguien me critica, necesariamente me tengo que sentir mal”

Tomo el comentario de Richard Carson en su libro “No te ahogues en un vaso de agua” porque está muy bien expresado.